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Muchas veces hemos escuchado que el desayuno está considerado la comida más importante del día. Esto se debe a que, después de las horas de descanso, activa nuevamente nuestro metabolismo y sirve para reponer los minerales y vitaminas que nuestro organismo ha utilizado mientras dormíamos.
Si eres de los que hacen deporte o actividad física por las mañanas, seguro tendrás tus dudas. ¿Debemos o no ingerir alimentos antes de entrenar? ¿Cómo mejorar nuestra composición corporal y también tener la energía suficiente para un buen entrenamiento? Ten en mente que lo que debemos desayunar depende también del tipo de ejercicio que hagamos, de tu peso y la cantidad que comas normalmente. Pero, en general, necesitamos vitaminas, minerales, carbohidratos fáciles de digerir, proteínas o grasas saludables. Es importante que sepas que -sea cual sea el ejercicio que hagas-, entrenar en ayunas, deshidratado y con las reservas de glucógeno en su punto más bajo tras una noche de descanso nunca es una buena idea.
En las primeras horas del día, las reservas de energía de tu cuerpo no son las óptimas. Por lo tanto, tomar un extracto de verduras con alguna fruta, seguido de alimentos ricos en carbohidratos y proteínas o grasas en el desayuno (un batido o unos huevos revueltos, un puñado de frutos secos con yogur o avena con plátano) es una buena idea para tener energía y afrontar con éxito tu entrenamiento matutino. Eso sí, si tu digestión por la mañana no es tan buena, puedes partir el desayuno en una ración antes y otra después de entrenar.
Entrenar en ayunas para quemar más grasa es una estrategia específica para mejorar el rendimiento del metabolismo en la utilización de grasas como combustible en deportistas de distancias largas, es decir, profesionales que competirán por más de dos horas. Se trata de una estrategia llamada depleción de glucógeno, que consiste en entrenar con los depósitos de azúcar en el cuerpo vacíos para optimizar el metabolismo de las grasas. Así se logra una adaptación con mayor número de mitocondrias, el motor productor de energía del cuerpo, para poder ser más eficientes durante la competición cuando se acaba el combustible de fácil acceso (glucosa). Sin embargo, esta información se ha llevado al público en general, traduciéndola de forma errónea en que hacer cardio en ayunas te hará quemar más grasa. Como he explicado arriba, es una estrategia que hacen deportistas profesionales de vez en cuando de manera específica, no habitualmente. Lo indicado en general es lo contrario: teniendo más energía al realizar nuestro deporte podremos aumentar la masa muscular o hacernos más fuertes. Podremos trabajar con mayor intensidad, logrando una adaptación mayor consumiendo más calorías tanto durante como después del entrenamiento.
Dicho todo esto, podemos concluir que debes comer algo ligero de 30 minutos a una hora antes de entrenar para no tener ningún malestar por mala digestión. Planifica un buen desayuno antes de entrenar y te aseguro que marcará una diferencia. Te ayudará a tener un cuerpo más definido porque podrás rendir mejor en tus entrenamientos, con la energía metabólica que necesitas para trabajar con fuerza.
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