MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La nave, que volará al espacio sin tripulación, está destinada a sustituir a la dañada Soyuz MS-22 y devolver a la Tierra a los cosmonautas de Roscosmos Sergei Prokopyev, Dmitry Petelin y al astronauta de la NASA Frank Rubio.
Este martes, el cohete Soyuz-2.1a de la misión fue trasladado del edifició de ensamblaje a la plataforma de lanzamiento en la base de Baikonur, Kazajstán. Se espera que la Soyuz MS-23 se acople a la Estación el 26 de febrero.
Esta misión ha recibido luz verde tras esclarecerse que las fugas de refrigerante registrados en la Soyuz MS-22 y en el carguero automatizado Progress MS-21, ambos acoplados al complejo orbital, se debieron a impactos externos y no a defectos en el diseño o la fabricación.
"Según los datos preliminares de RSC Energia, la Progress MS-21, al igual que la Soyuz MS-22 antes que ella, sufrió un impacto externo. Tales conclusiones se basan en imágenes que muestran cambios en la superficie exterior de la nave espacial, incluido el radiador del compartimento de instrumentación y los paneles solares", informó Roscosmos este martes.
Además, para descartar la versión de un defecto de fabricación, RSC Energia ha analizado el historial de observaciones al sistema de control térmico en los últimos 15 años.