LONDRES (AP) — Políticos británicos de partidos de oposición y del gobierno exigieron el lunes al gobierno conservador que mejore las condiciones en un abarrotado centro para inmigrantes, descritas por un inspector independiente como “penosas”.
Cientos de personas que cruzaron el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones han sido trasladadas a Manston, un antiguo aeródromo en el sureste de Inglaterra, después de que otro centro de procesamiento fuera atacado el domingo con bombas incendiarias por un agresor que después se suicidó. Ya había 3.000 personas en el recinto, el doble de lo que debía acoger en un principio.
Los legisladores reclamaron que la secretaria del Interior, Suella Braverman, compareciera el lunes ante el Parlamento para responder preguntas sobre las condiciones en Manston.
El lugar debía ser un centro de procesamiento temporal donde los recién llegados pasarían 24 horas antes de pasar a un alojamiento de largo plazo, pero grupos de apoyo a refugiados dicen que algunas personas llevan semanas varadas allí.
El inspector jefe de Fronteras, David Neal, que visitó hace poco el recinto, dijo la semana pasada que las condiciones eran “penosas”. Dijo a los legisladores que se habían registrado casos de difteria y “es una situación muy peligrosa”.
El legislador conservador Roger Gale, que representa a la zona de Manston en Parlamento, dijo que la situación era una “violación de las condiciones humanas”.
“Hasta hace cinco semanas el sistema funcionaba como estaba previsto, muy bien en efecto”, dijo. “Ahora está roto y debe arreglarse deprisa”.
Gale acusó al gobierno de empeorar la situación en Manston de forma deliberada al negarse a reservar habitaciones de hotel para solicitantes de asilo.
“Sencillamente hay demasiada gente y nunca debería haberse permitido que se produjera esta situación, y no estoy seguro de que no se haya producido de forma deliberada”, dijo a la BBC. “Quiero que la persona responsable por crear ese problema asuma responsabilidades”.
Gran Bretaña recibe menos solicitantes de asilo que muchos países europeos como Francia y Alemania. Pero ha habido un brusco aumento de personas que intentan cruzar el canal en embarcaciones endebles. En lo que va de año, unas 40.000 han hecho el peligroso viaje a través de una de las rutas navieras más transitadas del mundo, en comparación con las 28.000 personas que lo hicieron en todo 2021 y las 8.500 de 2020.
Docenas de personas han muerto, incluidos 27 fallecidos en noviembre de 2021, cuando naufragó un barco abarrotado de contrabandistas.
Gran Bretaña y Francia han discrepado sobre cómo detener a las pandillas de contrabando de personas que organizan los viajes.
El gobierno británico ha anunciado un polémico plan para enviar a las personas que llegan en pequeñas embarcaciones en un viaje de ida a Ruanda con el argumento de que disuadirá a la gente de cruzar el Canal y romperá el modelo de negocio de los contrabandistas. Los críticos tachan el plan de inmoral y poco práctico, y han llevado la estrategia ante los tribunales.
Braverman, nombrada en septiembre por la ex primera ministra Liz Truss, es una entusiasta defensora del plan paralizado de Ruanda y ha sido acusada de demonizar a los migrantes.
El gobierno atribuyó los problemas a un incremento en las llegadas de inmigrantes, aunque los críticos acusan al gobierno de permitir que se acumulen los casos por tramitar. El vocero laborista de inmigración, Stephen Kinnock, dijo que había “caos y confusión e incompetencia en el corazón de la política de asilo e inmigración del gobierno”.
“En lugar de hacer el trabajo duro de resolver las demoras, el gobierno busca titulares con cosas como el plan de Ruanda, que es simplemente impracticable, falto de ética e inasumible”, dijo a Times Radio.