El director general de la academia ve al futuro de los Oscar

Bill Kramer ha pensado sobre el futuro de los Oscar desde que fue nombrado director general de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas este verano.

El exdirector del Museo de la Academia de Cine (Academy Museum of Motion Pictures) sabe que algunas cosas deben cambiar, que deben evolucionar y aumentar su número de admiradores. Pero se siente optimista: Está muy metido en negociaciones con la cadena que transmite los Oscar, ABC, y con posibles socios de producción, además de que está comprometido a tener un anfitrión nuevamente en 2023. Kramer está especialmente listo para “avanzar” tras la bofetada de la ceremonia pasada y hacer una gala que celebre al cine, dijo a un pequeño grupo de reporteros esta semana. En los Oscar, previamente en el año, Will Smith subió al escenario y abofeteó a Chris Rock.

La ceremonia es enormemente importante no sólo para Hollywood sino para la academia. Las ganancias por los Oscar suman más de la mitad del ingreso anual de la organización. Y al mismo tiempo, la ceremonia ha estado bajo un escrutinio cada vez mayor del público, por todo, por su rutina, por el tipo de películas que son nominadas, por sus socios televisivos y por sus ratings. Incluso los mismos integrantes de la academia han hecho críticas, las más recientes por la decisión de entregar algunos de los premios antes de la transmisión en vivo en un esfuerzo por optimizarla.

En los próximos Oscar, que se celebrarán en marzo de 2023, Kramer dijo que quiere ver “todas las artes igualmente reconocidas” en la ceremonia y que “hay muchas maneras de hacerlo”. Es uno de los múltiples asuntos que serán discutidos con la televisora ABC.

Una de las preocupaciones constantes es cómo atraer a nuevos espectadores y a las masas sin alienar a quienes aman más a los Oscar. Los esfuerzos para inyectar a la ceremonia con algunas películas más populares a través del premio “favorita de los fans” este año, o el Oscar “popular” que duró poco, han sido ridiculizados. Para algunos los montajes son una pérdida de tiempo. Para otros están en el corazón de los Premios de la Academia.

“He estado hablando con ABC, nuestros socios en la ceremonia, y han estado pensando lo que este año significa para nosotros”, dijo Kramer. “Es nuestro 95 aniversario, queremos volver a una ceremonia que tiene un respeto por el cine y 95 años de los Oscar. Es un momento para realmente reflexionar sobre nuestra membresía, todas las áreas premiadas, nuestra industria cambiante, nuestros fans. Hay maneras de hacerlo, que son entretenidas y auténticas y están empatadas con nuestra misión de honrar la excelencia en la cinematografía. No creo que eso sea mutuamente excluyente”.

Parte de esa estrategia, dijo Kramer, es usar las redes sociales y la mercadotecnia para crear más familiaridad con las películas rumbo a las nominaciones y los premios. La esperanza es que, llegando la noche de los Oscar, el público y los miembros de la academia estén interesados en si “Top Gun: Maverick” está nominada o no.

También se ha hecho progreso al seleccionar a los productores para la premiación del próximo año. En los últimos años, los productores han cambiado con cada premiación, pero Kramer dijo que espera crear una asociación de múltiples años con gente que tiene experiencia en producción de televisión en vivo. Al preguntarle algunos ejemplos de ceremonias del Oscar anteriores que han funcionado, Kramer mencionó que Bill Condon produjo la 81a entrega de los Oscar con Hugh Jackman como anfitrión, así como a Donna Gigliotti quien produjo la 91ª entrega de los Oscar, a la que calificó como “eficiente y exitosa”.

Pero el foco en los Oscar no significa que Kramer no esté trabajando para avanzar en las iniciativas de diversidad de la Academia, incluyendo su membresía y sus programas de desarrollo de talento que duran todo el año. A partir del próximo año, los nominados a mejor película tendrán que cumplir con los estándares de inclusión de la Academia para la 96ª entrega de los Premios de la Academia en 2024. La organización ha estado trabajando con estudios y cineastas en los últimos dos años para asegurarse de que todos comprendan los estándares. Dijo que todos los filmes nominados a mejor película de este año habrían calificado.

“No queremos legislar el arte, de eso no se trata. Queremos que los cineastas sigan haciendo las películas que quieran hacer”, dijo Kramer. “No queremos que esto sea oneroso o punitivo. Queremos que esto sea colaborativo. Ver que todos los nominados a mejor película de este último año calificarían nos da una gran esperanza sobre que nuestras conversaciones y asociación con los estudios y distribuidoras y cineastas está funcionando y no está creando un reto”.

Una de las principales preocupaciones de Kramer es diversificar los ingresos de la academia. En algún punto, los Premios de la Academia y todos los contratos que rodean a los Oscar suman 95% del ingreso anual de la organización. Ahora, con el Museo de la Academia de Cine y su venta de boletos, la tienda oficial y su restaurante, así como patrocinios corporativos, apoyo de fundaciones y donaciones individuales, los Oscar suman 70% de esos ingresos. Los premios han creado exitosas asociaciones con Rolex y Bloomberg Philanthropies, que “creen en el futuro de las artes, la cultura y el cine”, dijo Kramer.

“Generamos más de 20 millones de dólares el año pasado ligados al museo en nuevos ingresos. ¿Cómo construimos a partir de ese éxito relacionado con la academia para crear vías diversificadas de apoyo?”, dijo Kramer. “Eso no me deja sin dormir en la noche de una manera negativa, pero estoy emocionado sobre lo que significa porque nos ayudará a asegurar el futuro de la academia”.

La 95a edición de los Premios de la Academia se transmitirá en vivo desde Los Angeles el 12 de marzo.

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Lindsey Bahr está en Twitter como www.twitter.com/ldbahr

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