COLOMBO, Sri Lanka (AP) — Los legisladores de Sri Lanka se reunieron el sábado para empezar a escoger un nuevo jefe de Estado que cumpla el resto del mandato abandonado por el presidente que huyó al extranjero y dimitió después de protestas masivas por la quiebra económica del país.
Un día antes, el primer ministro de Sri Lanka prestó juramento como presidente interino hasta que el Parlamento elija al sucesor de Gotabaya Rajapaksa, cuyo mandato finalizaba en 2024. El presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardana, prometió un proceso político rápido y transparente, que debería llevarse a cabo en una semana.
El nuevo presidente podría nombrar un nuevo primer ministro, que luego tendría que ser aprobado por el Parlamento.
El secretario general del Parlamento, Dhammika Dasanayake, dijo el sábado durante una sesión breve que las nominaciones para la elección del nuevo presidente se escucharán el martes y que si hay más de un candidato, los legisladores votarán el miércoles.
En el Parlamento, Dasanayake también leyó en voz alta la carta de renuncia de Gotabaya.
En la misiva, Rajapaksa dice que dimitía por las exigencias del pueblo de Sri Lanka y los líderes de los partidos políticos. Sin embargo, alegó que la crisis económica ya se avecinaba cuando asumió el cargo en 2019 y que se vio agravada por los confinamientos frecuentes durante la pandemia de coronavirus.
La seguridad alrededor del edificio del Parlamento en la capital, Colombo, se intensificó el sábado. Había soldados haciendo guardia, armados y con el rostro cubierto. Las calles cercanas al edificio estaban cerradas al uso público.
En una declaración televisada el viernes, el primer ministro Ranil Wickremesinghe dijo que tomaría medidas para cambiar la Constitución a fin de limitar los poderes presidenciales y fortalecer el Parlamento, restaurar la ley y el orden y emprender acciones legales contra los que llamó “insurgentes”.
Wickremesinghe se convirtió en presidente interino después de que Rajapaksa huyó de Sri Lanka el miércoles, volando primero a las Maldivas y luego a Singapur. Muchos manifestantes insistieron en que Wickremesinghe también debería renunciar.