La Habana. Un avión militar se estrelló este martes en un área rural del municipio de Güira de Melena, en el suroeste de Cuba, aparentemente sin causar víctimas, confirmó a EFE un testigo del accidente.
El aparato se precipitó en una zona conocida como “La Cachimba”, a unos 40 kilómetros de La Habana, poco después de que el piloto se catapultase fuera de la aeronave, según la misma fuente.
Por el momento, ni las autoridades cubanas ni los medios de comunicación estatales han informado sobre el siniestro.
El testigo, que pidió preservar su identidad, relató que el avión pasó en llamas sobre el municipio, de unos 40.000 habitantes, antes de caer en una zona sin viviendas.
“El avión venía incendiado y el piloto hizo una heroicidad, logró salvar al pueblo. Después se sintió una explosión muy fuerte”, agregó.
Según reportes de vecinos de la zona aún no confirmados por el gobierno de Cuba,** **el avión siniestrado sería supuestamente un MIG-23, de fabricación rusa, un modelo de aeronave que voló por primera vez en 1967.
En abril de 2017, ocho militares, incluyendo la tripulación, fallecieron al estrellarse un avión militar AN-26, también de fabricación rusa y perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba,** **a unos 70 kilómetros de La Habana.
El último accidente aéreo registrado en **Cuba **tuvo lugar el 18 de mayo del año pasado, cuando un Boeing 737-200 arrendado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto de **La Habana **con destino a la ciudad de Holguín.
El siniestro dejó 112 fallecidos, de los que 101 eran cubanos y 11, extranjeros: siete mexicanos, dos argentinos y dos saharauis residentes en la isla, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
Solo sobrevivió a la tragedia una joven cubana que aún permanece ingresada en un hospital de la capital en proceso de recuperación de las graves heridas que sufrió.
Nueve meses después todavía no son públicas las causas de ese accidente, que investiga una comisión liderada por las autoridades aeronáuticas cubanas, con la participación de expertos estadounidenses, mexicanos y europeos, además de la compañía Boeing, fabricante del aparato siniestrado.
Fuente: EFE