El Senado de Estados Unidos aprobó a William Barr como el nuevo fiscal general del país. Desde este cargo podrá supervisar la investigación sobre la posible colusión de la campaña presidencial de Donald Trump con Rusia en las elecciones de 2016.
**Barr **fue la propuesta al cargo del presidente Donald Trump. Fue nominado por el mandatario en diciembre pasado. El senado lo aprobó con 54 votos a favor y 45 en contra. Así, luego de dirigir el Departamento de Justicia entre 1991 y 1993 durante la administración de George W. Bush, vuelve a ocupar el puesto.
“Una gran victoria para la Justicia y el Estado de derecho en Estados Unidos: el Senado acaba de confirmar como fiscal general a William Barr, el sobresaliente (abogado) nominado por el presidente Donald Trump”, reaccionó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en Twitter.
**Barr **ocupa la secretaría de Defensa luego que el fiscal especial Robert Mueller fuera duramente cuestionado por el presidente Trump por la investigación sobre la injerencia rusa que lleva adelante. El mandatario la consideró una «caza de brujas».
Durante su testimonio ante el Congreso, **Barr **dijo de todos modos que no coincide con esta descripción y que permitirá que Mueller complete su investigación sin ponerle trabas.
El nuevo fiscal, de 68 años, reemplazará a Matthew Whitaker, que dirige de forma interina el Departamento de Justicia desde noviembre, cuando Trump despidió a su primer fiscal general, Jeff Sessions.
Su llegada al cargo se produce en un momento de crecientes rumores sobre la posibilidad de que Mueller esté llegando al fin de su investigación sobre la trama rusa, y ante una enorme expectación entre los estadounidenses por ver los resultados.
El nuevo fiscal general no ha garantizado que vaya a hacer público de forma íntegra el informe de Mueller una vez que lo obtenga, lo que ha generado críticas entre la oposición demócrata.
Sin embargo, durante su audiencia de confirmación en enero, **Barr **prometió que bajo su vigilancia “se permitirá a Bob (Mueller) que concluya su trabajo”, y reivindicó su independencia frente a hipotéticas “interferencias políticas”.
Pero también dejó entrever puntos de consonancia con Trump, al expresar su preocupación por lo que consideró “la fijación” actual en **Estados Unidos **sobre el riesgo que supone Rusia como adversario global, algo que “podría oscurecer el peligro de China”.
En 2017, cuando estaba en el sector privado, **Barr **fue un fuerte crítico de la investigación. Durante su audiencia de confirmación dijo que mantendrá su independencia y que rechazará cualquier orden de la Casa Blanca para despedir a Mueller sin una causa justa.
Fuente: EFE / AFP