Es bien sabido que algunos perros son capaces de detectar enfermedades en humanos. Ahora, se investiga su capacidad para hacerlo con el cáncer debido a lo ocurrido con Sierra, un husky que detectó la dolencia de Stephanie Herfel, su dueña, sin haber recibido ningún tipo de entrenamiento previo.
Según informó el diario Milwaukee Journal Sentinel, todo empezó cuando el can comenzó a comportarse de forma inusual al estar cerca de la mujer.
Por alguna razón, el perro de nueve meses olfateaba una y otra vez el abdomen de su dueña, llegando a ponerse bastante nervioso tras llevar a cabo el acto.
“Puso su nariz en mi vientre y olfateó tan intensamente que pensé que había derramado algo en mi ropa”, explicó la chica que vive en Milwaukee, ciudad en Wisconsin en Estados Unidos.
Las cosas empezaron a asustar a Herfel cuando el husky optó por esconderse en el armario como si algo terrible estuviera por ocurrir, lo que la motivó a acudir al médico.
Alarmada por el comportamiento del animal, la mujer fue a urgencias, en donde le dijeron que tenía un quiste ovárico; sin embargo, su mascota se mantenía escondida en el armario.
Lo anterior, junto a sus dolores abdominales, la impulsaron a buscar otra cita, pero esta vez con su ginecólogo.
Fue aquí que le dieron un impactante diagnóstico: sufría de cáncer de ovario en estadio 3, una fase avanzada de la enfermedad.
Herfel se sometió a una histerectomía completa (extracción del útero) y perdió el bazo. Luego se sometió a una quimioterapia.
Cuando ya había finalizado el tratamiento, el can volvió a tener la misma reacción hasta en dos ocasiones: una en 2015 y otra en 2016. En ambos casos el cáncer había regresado, primero en el hígado y luego en la zona pélvica, pero fue por Sierra que la enfermedad no pudo propagarse aún más.
A pesar de la difícil situación, Stephanie mencionó sentirse optimista; sin embargo, lo que realmente le preocupa es que llegue “el día en que Sierra ya no esté junto a ella”.