En la actualidad, los búnkeres del fin del mundo han evolucionado drásticamente, alejándose de la típica imagen de cuartos grises y poco acogedores para convertirse en refugios de alta gama.
Ahora ofrecen seguridad de élite y comodidades de lujo para afrontar cualquier eventualidad, desde pandemias globales hasta desastres naturales o incluso conflictos mundiales.
Empresas como Vivos y Rising S Company están atendiendo a una creciente demanda de refugios seguros, tanto por parte de personas influyentes como deportistas y ejecutivos tecnológicos, como por ciudadanos preocupados por la incertidumbre del futuro.
Esto se evidencia en un aumento significativo en la solicitud de búnkeres de alta gama, con un incremento del 700% en encargos a partir del año 2016.
Estos refugios de última generación, fabricados con placas de acero y diseñados para resistir diversos escenarios apocalípticos, ofrecen instalaciones que van más allá de simples alojamientos de supervivencia.
Además de almacenar alimentos para largos periodos, cuentan con sistemas de energía, purificación de agua y aire, e incluso algunos poseen jardines hidropónicos para suplementar las provisiones.
Existen distintos tipos de refugios, desde aquellos comunitarios construidos en antiguas estructuras militares hasta los más exclusivos y lujosos diseñados para satisfacer los gustos y necesidades individuales.
Ejemplos como el Vivos xPoint en Dakota del Sur o el Vivos Europa One en Alemania muestran la variedad de opciones disponibles, desde instalaciones masivas capaces de albergar a miles de personas hasta unidades privadas con acabados de alta calidad y servicios de nivel urbano.
Apocalípsis lujoso
The Oppidum en la República Checa representa la opción de lujo supremo, con instalaciones subterráneas y sobre el suelo que incluyen jardines, piscinas, spas, cines y bodegas, todas diseñadas para asegurar el bienestar a largo plazo de sus residentes.
A pesar de las críticas sobre la extravagancia de estos refugios, los desarrolladores argumentan que la comodidad es esencial para la supervivencia en escenarios a largo plazo. Estos refugios están preparados para ser hogares durante periodos extendidos, por lo que ofrecer un entorno cómodo es crucial según ellos.
En resumen, la evolución de los búnkeres del fin del mundo va más allá de simplemente proporcionar seguridad; ahora se centra en brindar un nivel excepcional de comodidades y servicios para aquellos que deseen protegerse ante un futuro incierto.