“Jugar, jugar y jugar”, parece ser el lema de una de las festividades más alegres y divertidas del año: el Día del Niño. Esta fecha es una oportunidad para homenajear a los más pequeños pero también aquellos que mantienen intacta la infancia.
Cada año es un reto a la creatividad para poder dar con aquel obsequio que logre sorprender pero también resulte divertido, útil y en especial no requiere de grandes gastos. Por eso conoce varias opciones acertadas y además económicas.
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Un desayuno divertido
Se trata de la primera comida del día y una excelente oportunidad para compartir en familia. No se requiere ser un Mastecherf para crear recetas sabrosas y divertidas, fáciles de preparar en casa y salir de la rutina de la lonchera. Se puede incluir frutas, hacer pancakes con figuras, bolitas de manzana, yogurts, cereales y todo un festín donde el sabor y los colores sean protagonistas.
Refugios de tela
¿Quién de niño no jugó a las acampadas improvisadas, también con sábanas y frazadas. Los refugios de tela están en tendencia y son muy versátiles para tener tanto en el interior como el exterior de la casa. Este tipo de espacio tienen increíbles beneficios para los más pequeños, desde propiciar la seguridad hasta convertirse en una zona tranquila para la lectura y los juegos.
Circuito casero
Más que un obsequio, es una opción para el compartir de la familia que solo requiere de mucha creatividad para armar sus escondites y pistas en medio de un circuito que recorra la casa o algún espacio abierto. Todos pueden participar y al final se podrá premiar con algunas rica merienda o golosina.