La cantante colombiana Shakira recibió ayer un gran regalo de Navidad en su ciudad natal, Barranquilla. Y es que una estatua de bronce en su imagen, de 6,5 metros de altura, fue develada en el Gran Malecón en homenaje a su carrera artística y a su legado para esa ciudad del Caribe colombiano.
“Me siento honrada y conmovida por este increíble reconocimiento que me hacen en mi Barranquilla, la ciudad donde nací, y donde crecí junto a mis sueños. Me emociono por mis padres y por mis hijos y por este gesto de amor y hermandad”, expresó Shakira, que no asistió al acto pero estuvo representada por sus padres.
Además agregó que “Cada día los llevo en mi corazón, porque cada barranquillero y barranquillera son mis hermanos y hermanas y la inspiración de mi vida desde mi infancia”.
La estatua se fabricó por más de 30 obreros durante varios meses
La estatua fue realizada por el artista local Yino Márquez y trabajaron en ella más de 30 obreros durante varios meses. La figura muestra a la cantante moviendo sus caderas y tiene, como detalle curioso, una falda que se convierte en olas y que fueron elaboradas en aluminio que luego fue cubierto con un esmalte barniz para evitar que la intemperie lo destruya.
“Para la fabricación de esta escultura iniciamos primero modelándola en arcilla, luego le sacamos molde en silicona y fibra de vidrio, y al final la vaciamos en bronce. Es un vaciado en bronce y partes en aluminio”, explicó Márquez, citado en un comunicado de la Alcaldía de Barranquilla.
Márquez agregó que la idea era “construir una simbología que nos permita observar en ella el concepto de trascendencia, el estar vertical con los brazos elevados y entre las manos sostener una luz nos permite simbolizar la trascendencia”.
El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, manifestó que la estatua de bronce también sirve para que las niñas de la ciudad y de todo Colombia tomen inspiración de la figura de Shakira y les demuestre que “sí se puede, que se pueden perseguir los sueños y que cualquiera de ellas puede lograr lo que quiera”.
“Ser una cantante o ser presidenta o ser (...) empresaria, en fin, que esos sueños que ella dibujó y que pintó y que cantó en su hogar, que me acuerdo que yo la veía en los conciertos de los viernes de ‘pelaos’ (jóvenes) en el parque Washington, se volvieron realidad”, afirmó Pumarejo.