Laura Bozzo llegó a Gran Hermano VIP España y rápidamente se convirtió en el centro de las miradas de la octava edición. Junto a otras 11 celebridades, la conductora de televisión entró en la casa a las afueras de Madrid con el objetivo de ganarse los 150.000 euros de premio.
En las primeras horas no solo se mostró con los senos al aire al olvidar las cámaras, también amenazó con abandonar la competencia al correr el riesgo de pasar la noche en la cueva de 10 metros cuadrados.
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Le critican el rostro
Aunque uno de los detalles que más llamó la atención además de su “actitud de diva”, tal y como manifestaron los televidentes, fueron los múltiples retoques en su rostro. Varios close up en el reality de convivencia han dejado al descubierto sus pronunciados pómulos, la bolsas debajo de sus ojos y sus prominentes labios.
“¿Qué le han hecho en la cara que le han dejado dos bultos debajo de los ojos y la cara está hinchada?”, “¿Qué le paso? tiene la cara hinchada como si fuera papera”, " Su cirujano se pasó de bótox, la mujer no puede ni mover el labio superior y habla con dificultad, pésimo ese trabajo que le han hecho, será canje”, “Ella misma dijo: “Regresó la momia”, comentaron en la publicación del creador de contenido Me Dicen Pajita.
Cabe destacar que a Laura Bozzo poco le importan las críticas, en las primeras horas dentro de Gran Hermano VIP 8 habló de la operación estética que se hará al salir. “Esta carita no va”, expresó la abogada. “Yo al salir de acá me voy a hacer un lifting”, le comentó con determinación a Karina, la única concursante contemporánea con ella y quien no se ha realizado cirugías estéticas.