LUCÍA HERNÁNDEZ
La música urbana domina las listas de popularidad, tanto de los medios tradicionales como de las plataformas de música por streaming. Y un habitante permanente dentro de estas listas es J Balvin.
Pero con el éxito vienen muchas otras responsabilidades: los viajes constantes y las presentaciones casi a diario. Luego de una gira que lo llevó por Europa, el cantante colombiano tuvo una charla con Publimetro, donde revela aspectos de su vida de los que pocas veces habla.
¿Qué te da energía?
Los sueños, los sueños son la razón por la cual me levanto y tengo una meta que perseguir.
¿Cuál es tu sueño más grande?
Lo bonito de los sueños es que son ilimitados y le dan sentido a la vida. Cada vez que logras materializar un sueño te llenas de energías para ir en busca del siguiente. El próximo sueño que tengo es tener una familia. Profesionalmente, quiero lograr una carrera que haga la diferencia y motivar al mundo a seguir sus sueños.
¿Cómo sientes que ha evolucionado el reguetón en los últimos años?
Creo que el principal cambio se ha dado en el mensaje. Para mí, la música no es el fin, sino el medio por el cual puedo llegar a la juventud y decirles que sigan sus sueños, que sí se puede. Me siento muy bendecido de poder vivir de la música.
¿Qué te llevó a adoptar ese mensaje?
Creo que sobrevivir a un accidente aéreo – su avioneta se estrelló al despegar en Bahamas en agosto de este año-. Las posibilidades de que eso pase son casi nulas. Ahí entendí que Dios tiene para mí una misión y, hasta ahora, creo que esa misión es llevar el mensaje de que sí se puede, que creas en Dios y el universo, que trabajes con disciplina.
Acabas de salir de gira por primera vez por Europa, ¿en qué momento sientes que despegó tu carrera?
Aún no ha llegado. El mundo es muy grande y hay mucho por hacer, tanto por luchar, tanto por soñar que esto es solo el comienzo.
Para tu último disco trabajaste con Pharrell Williams, con quien can tas el tema Safari, ¿cómo surgió esta colaboración, cómo fue trabajar con él?
Pharrell es como un padrino para mí. Hablo mucho con él, compartimos muchas experiencias y me enseña mucho. Nos conocimos de una manera muy orgánica. Todas las colaboraciones que yo he hecho con estas superestrellas de la música han salido de forma muy natural. A él lo conocí en el programa estadounidense Good Morning America. De hecho, era la primera vez que un artista de música urbana estaba invitado a ese programa. Pharrell estaba ahí promocionando The Voice y escuchó mi música, se quedó a ver el programa y le gustó lo que yo estaba haciendo. Surgió una química muy bonita. Después seguimos en contacto y nos fuimos al estudio. Compartimos unos diez días, desde la mañana hasta la noche, trabajando. Grabamos seis canciones y ya vendrá una sorpresa con él próximamente.
¿Qué aprendiste de él?
Me dejó una frase que ahora aplico muchísimo: ‘Uno es y será siempre un estudiante con mucho por aprender’.
¿Cuál de todas las colaboraciones que has hecho es la que más te ha sorprendido?
Mediáticamente, la más grande ha sido la que hice con Justin Bieber – en la versión en castellano de Sorry-. Lo quiero y admiro mucho. Pero, sin lugar a dudas, trabajar con Pharrell son palabras mayores. Fue alucinante invitarlo a cantar en español. El reguetón ha sido muy atacado, pero creo que luego de vernos trabajando juntos, la gente mira con otros ojos lo que hago. Esta colaboración me permitió ganar más respeto de otras culturas y subculturas hacia el género y, de paso, hacia mi persona.
¿Te ha costado lidiar con la fama?
Pues para empezar yo no me considero famoso. Mis batallas con el ego son normales, no son tan grandes como creen.