Por: José Barreto
Definir Macanudo para quienes se acercan a esta tira cómica por primera vez es una tarea difícil. Quizá porque a su creador, el historietista Ricardo Liniers Siri, o simplemente Liniers (su segundo nombre), le divierte romper con lo esperado. O quizá porque cometemos el error de acercarnos a ella con ojos de adulto.
Liniers es un tipo alegre y sencillo, a pesar de que hace poco sus tiras saltaron de su espacio en el periódico La Nación de Argentina hasta la portada de la prestigiosa revista New Yorker, algo que aún no le entra en la cabeza.
Publimetro conversó con este bonaerense, que desde el 2008 viaja por el mundo junto al cantautor argentino Kevin Johansen dibujando (literalmente) sus canciones y se retrata a sí mismo en Macanudo como un conejo cegatón.
Me es difícil procesar que la voz que escucho proviene de un conejo blanco con anteojos… (Risas). Yo quería ser un personaje de Macanudo, pero tenía mucha vergüenza. Entonces esto funciona como si estuviera en una fiesta de disfraces: cuando te pones la máscara estás dispuesto a hacer papelones con más entusiasmo.
Han calificado a Macanudo de mística, surrealista e inocente, ¿cómo la sientes tú? Como libre. No se encasilla. No puedo hacer lo mismo siempre. No estoy armado así. Trato de que sea una tira lo más parecida a mí, que refleje lo que pasa por mi cabeza a diario. Y he tenido suerte de que la gente tenga la paciencia de aguantarme.
Macanudo lleva casi 12 años, ¿qué tiene que ha enganchado a tanta gente? Realmente no lo sé (risas). Solo aspiraba a hacer esto por diez años porque pensaba que en ese tiempo se me acabaría la pila. Pero aún me sigue divirtiendo. No sé cuánto me dure… quizá 50 años, como duró Snoopy.
Pero son 12 años a ritmo de una tira diaria, ¿se te ha hecho tedioso? Es como rascarte. Por más que te resulte placentero, si lo haces por mucho tiempo ya te empieza a doler. Pero bueno, es mejor tener trabajo que dedicarte solo a rascarte (risas).
Siempre has demostrado tu admiración por Picasso… Es que él era un niño, por eso lo admiro. Siempre buscó esa libertad y la falta de miedo que tienen los pequeños al hacer sus cosas. No les importa que te digan que dibujas bien o mal mientras tu sientas que eres un genio. Al fina, el miedo es lo que mata el arte.
Y quizá por eso tus tiras eran incomprendidas en un inicio… Al principio para muchos era un completo tarado. Ahora soy amigo de muchos que pensaban así. Es difícil porque no siempre busco decir algo o hacer reír. Macanudo es más que un chiste.
¿Cómo te llegó la noticia de que tus dibujos serían la portada del New Yorker? Para todos los ilustradores esa tapa es como el Everest. Y que mis dibujos estén ahí es algo tan absurdo que nunca me lo planteé. No pensé que me tomarían en serio.
Ahora eres prácticamente un rockstar con lápiz y pincel en mano… Lo que yo quería en la vida era dibujar y tener un trabajo. Estaba destinado a hacer bocetos tras un escritorio, no a viajar por el mundo dando conciertos. Esas cosas que no están en los planes de nadie son las que más se disfrutan.
Dato: Liniers se presentará junto a Johansen en el Embarcadero 41 de Barranco (Catalino Miranda 154). Entradas en Teleticket.