Game of Thrones: cómo sobrevivir

Nuestra columnista Verónica Klingenberger comparte una guía para sobrevivir en el mundo de Game of Thrones .

Corónate rey. Da igual si tu reino es del tamaño de un jardín de nido. Chántate cualquier corona encima y reclama lo que es tuyo, de tu padre, de tu tatarabuelo. Amenaza con matar a quien se rebele contra tus deseos y prométele a tus seguidores lealtad, oro y mujeres hasta su tercera generación de descendientes.

Abrígate. Sobre todo si vas al norte. Si vas al norte de la muralla, persígnate y lleva siempre una antorcha contigo.

Relájate. Hazte pata de Tyrion Lannister y tómate unas copas con el único Lannister confiable, mientras disfrutas del mejor sentido del humor de los siete reinos de Westeros y Essos. Si no logras tu cometido, busca algún trabajo en Qarth, la ciudad amurallada habitada por grandes comerciantes. No lleves dragones, roban mascotas.

Evita la traición y el chisme. No hables de más, menos aún con ese tipo que tiene el pelo sospechosamente corto. Le dicen ‘little finger’, pero su reputación lo precede como ‘middle finger’. Tampoco te acerques a ese gordito pelado con pinta de budista. El eunuco es conocido como el maestro de los susurros, pero básicamente es un chismoso y un intrigante insoportable. Ojo, no son los únicos. Hasta los viejos sabios que proyectan la mayor lealtad posible están podridos.

Shakira es puro fuego. En realidad no es Shakira , sino Daenerys ‘Dany’ Targaryen , pero le dicen Khalessi desde que se casó con el hombre más salvaje y viril de la comarca, Khal Drogo. ‘Shakira’ tiene tres dragoncitos, un ejército medio maltrecho, un consejero enamorado y fiel, y todos los delirios de grandeza que uno podría tener luego de descubrirse inmune al fuego. Pero si le eres fiel es posible que tu futuro esté asegurado. Además, no es difícil pasar el rato con ella. Es amable a pesar de ser rubia.

Si ves a otro rubio, corre. El resto de cabelleras doradas decoran las cabezas más malignas y odiadas de Westeros. Son malos de verdad. El rey Joffrey es un adolescente sádico e insolente, además de estúpido. Y su madre, aparte de tener sexo con su hermano y sobrino, es la bruja más malvada de King’s Landing. Huye de ellos hasta el día en que veas sus cabezas clavadas en un par de estacas.

Da la cara. No mires abajo, menos aún con tu cabeza apoyada sobre algún tronco que tenga forma de mesa de decapitación.

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