En una larga entrevista en la revista del informe anual del constructor de automóviles Audi, uno de los patrocinadores del Bayern, Guardiola, de 43 años, explicó su salida del equipo azulgrana.
Guardiola asegura que en sus cuatro años como entrenador del Barcelona hubo “momentos de mucha tristeza”. “Uno de ellos fue cuando el Barcelona cayó en semifinales de la Liga de Campeones contra el Chelsea en 2012”, explicó.
“Éramos mucho mejores que nuestros rivales, pero concedimos un gol innecesario en la vuelta y antes que nos diéramos cuenta estábamos eliminados”, añadió el técnico, refiriéndose .
“Aquello supuso una gran derrota para mí. Me sentí como si no pudiera volver a levantar a mi equipo”, admitió.
Aquella derrota llevó a Guardiola a abandonar el club de toda su vida, después de haber logrado 14 títulos en cuatro años, la etapa más exitosa del club catalán, en la que, por primera vez en la historia azulgrana, el Barça fue capaz de derrotar cuatro veces seguidas a su gran rival, el Real Madrid.
Guardiola añadió que ese éxito fue el inicio del fin: “Fue la mejor etapa en la historia del Barcelona, aunque aquello fue también una losa, porque cada vez tenía más difícil motivar al equipo y a mí mismo”.
“Si como entrenador ya no puedes motivar a tus jugadores, sabes que ha llegado el momento de marcharte”, añadió.
Guardiola añade que entrenar a equipos con tantas estrellas, como el Barcelona o el Bayern, puede llegar a “ser destructivo” porque la presión se convierte en “insoportable”.
“Por ejemplo, cada vez que dejaba a (Lionel) Messi en el banquillo se armaba un lío en el Barcelona”, comenta.
Tras dejar el Barcelona al finalizar la temporada 2011-2012, Guardiola se tomó un año sabático y residió en Nueva York, para después regresar a los banquillos al frente del Bayern Múnich al inicio de esta temporada.
Guardiola, que no suele dar entrevistas, habla también de cuestiones familiares y personales, un hecho insólito en él. Dice que en casa no se comporta como un entrenador sino que toma las decisiones “conjuntamente” con su mujer Cristina.
Curiosamente, el técnico asegura que “explicar a mi mujer mi sistema de rotaciones es más duro que decirle a Arjen Robben: ‘Hoy te quedas en el banquillo’”.
“A veces Cristina me critica mis tácticas y me dice que debería repetir equipo tras una victoria”, añade.