La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, dejaron a un lado las disputas de los últimos meses para asegurar este jueves que la “confianza reina” entre ambas partes de cara al Mundial-2014.
Invitada por el máximo responsable del organismo futbolístico, Rousseff aceptó un encuentro en Zúrich aprovechando su desplazamiento a Suiza para participar en el Foro económico de Davos.
“Brasil es el país del fútbol, no hay otro país que Brasil para hablar de fútbol. Por eso Brasil va a organizar un gran Mundial, una linda Copa del Mundo y la confianza reina” entre el país organizador y la FIFA, dijo Blatter tras el encuentro.
“Aún faltan unos meses y si hace falta dar algún pequeño retoque, se hará. Estoy acostumbrado a los Mundiales, hay problemas, pero al final todo estará en orden, sobre todo en Brasil”, añadió el dirigente.
El suizo no dudó un sólo momento en tratar con cortesía a su invitada, hablando del “gran honor” que suponía para él recibir a la “distinguida presidenta de Brasil”, a la que besó nada más bajarse del coche.
“El gobierno brasileño hará todos los esfuerzos y no solamente para (acabar) los estadios, los estadios son trabajos relativamente fáciles de hacer. El gobierno hará todo para hacer (del Mundial) la Copa de las Copas. Esto incluye los estadios, los aeropuertos, los puertos, todo lo que es necesario para que el país acoja bien a los visitantes”, destacó Rousseff.
“Estamos preparados, vamos a hacer la Copa de las Copas en Brasil”, insistió la jefa del Estado brasileño.
Sin embargo, los estadios no parecen ser “trabajos relativamente fáciles a hacer” en Brasil, que hasta el momento sólo ha acabado un estadio (el de Natal, inaugurado el miércoles) de los seis que quedan por entregar después de la disputa de la Copa de las Confederaciones el pasado mes de junio.
Uno de los estadios, el de Curitiba, al sur del país, ha acumulado tanto retraso que el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, declaró el martes “la situación de urgencia” dando a entender que puede quedar excluido como sede del Mundial.