¿Cómo analiza los incidentes del domingo (cuando hinchas del equipo Atlético Paraná y del Vasco se enfrentaron violentamente en el estadio Joinville del sur de Brasil)? “Hay que recordar que no es un evento bajo el control de la FIFA. Vimos este incidente como ustedes, por la televisión. Yo no voy a analizar lo que pasó en el lugar, pero lo que puedo decir es que ése no es el modelo de seguridad que se usará en el Mundial. Tenemos un plan integrado, en el que la seguridad privada funcionará junto a las autoridades públicas en el control de ingresos, la revisión de los espectadores, la identidad de las personas.
La seguridad está garantizada. Cada uno de los estadios del Mundial-2014 será vigilado por 200 cámaras en tiempo real, con planes precisos de intervención. Estos eventos no se reproducirán durante el Mundial”.
Hubo manifestaciones sociales durante la Copa Confederaciones. ¿Qué precauciones se tomarán durante el Mundial? “El gobierno federal tomó medidas y nosotros (Comité de Grandes Eventos) tomaremos otras, principalmente con seminarios sobre la gestión de manifestaciones, con el establecimiento de protocolos. Lo que quiero precisar es que el gobierno federal quiere sobre todo prevenir la violencia. Existe un derecho de manifestarse, pero el deber de la policía es asegurarse que las eventuales manifestaciones sean sin violencia”.
¿Cuál será la herencia de este sistema de seguridad una vez que el Mundial haya terminado? “Respecto a la herencia en seguridad pública, puedo decir que ya la tenemos de forma anticipada. Las unidades de comando móviles ya son utilizadas para conciertos en Rio, por ejemplo. Ya hemos realizado entrenamiento a la policía para el control de multitudes. Y por ahora podemos también utilizar robots que detectan o controlan potenciales explosivos. Esta herencia ya está. Las inversiones no están centradas solamente en los grandes eventos sino también deben aprovecharse en todo el país, alcanzar a todos los ciudadanos. Durante la Copa Confederaciones hubo más de un millón de manifestantes en la calle, pero también 50.000 oficiales desplegados únicamente para la gestión de las personas que protestaban. No hubo heridos ni muertos vinculados a las intervenciones policiales durante la Confederaciones y ningún partido del torneo se interrumpió”.