POR ZOË MASSEY
Fotógrafa
@ZoePix
Cuenta la leyenda de las tumbas Pisuq, en el pueblo de Llullasimi, al norte del Perú, que cuatro de sus más poderosos gobernantes fueron enterrados en espacios con diseños que rendían homenaje a cuatro aves oriundas. Se celebraron rituales para hacer un pacto en el que solo el ave elegida y los chamanes que supieran entender sus cantos conocieran el secreto de cómo llegar a las tumbas y acceder a sus tesoros.
Estas aves se convertirían así no solo en las mensajeras que los pondrían en contacto con su familia y su pueblo, sino en sus protectoras a la hora de velar por la seguridad de estos muertos en el otro mundo.
Sebastián Burga, al conocer esta historia narrada por los propios tótems de leyenda, interpreta lo narrado, la cosmovisión andina y amazónica, reuniendo animales que componen un equilibrio entre las fuerzas de orden místico más poderosas, en una también reinterpretación de la papiroflexia en la que ha trabajado ya por algún tiempo. Esta vez no se trata de papel que se dobla formando figuras, sino maderas, bisagras, color y movimiento, que le dan vida a cuatro máscaras animales que hoy toman la galería de la tienda de arte Dédalo en la muestra Tótem.
Los animales han estado ligados desde siempre al ser humano, en la vida terrenal y en un plano místico, siendo ellos protectores, guías y maestros. El totemismo está presente tanto en las culturas precolombinas como en una multitud de culturas alrededor del mundo. Nos remite a sociedades en las que se convive más estrechamente con la naturaleza y con mayor dependencia de los animales como fuente de alimentación, abrigo, protección o inspiración.
Estas piezas remiten un poco a las cabezas clavas y a la vez a los tótems de los indios norteamericanos. No son solo objetos que representan un animal o planta que sirven como emblema de una familia, clan, linaje o tribu, con un valor protector y de adoración; también cuentan historias. Cada una de las piezas tiene movimiento, pero lamentablemente no se pueden tocar en exhibición por el riesgo a que se rompan. Sebastián estará los sábados 20 y 27 de julio haciendo visitas guiadas a las 6 p.m., donde permitirá que sus tótems te cuenten su historia a ti también.
Ellos son Atoq, el zorro andino; Yucumama, la anaconda; Kuntur, el cóndor, y Otorongo, el jaguar. Te esperan en Dédalo de Barranco (Sáenz Peña 295) hasta el 29 de julio, de 10 a.m. a 8 p.m. Entrada libre como siempre, y por favor, no toques las esculturas.
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