Para nadie es un secreto que desde que Donald Trump se convirtió en el presidente de los Estados Unidos, las reglas para entrar al país norteamericano son cada vez más complejas y restrictivas. Y la situación se pone peor cada día.
Ahora, el Departamento de Estado de Estados Unidos le está otorgando nuevas herramientas a los funcionarios migratorios y consulares para que puedan negarle la entrada a los extranjeros que deseen ingresar a Estados Unidos o para expulsarlos si ya se encuentran ahí.
El diario New York Times dio a conocer que Rex Tillerson, secretario de Estado, mencionó, en un cable enviado a las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo, que aquellos que soliciten una visa para entrar al territorio norteamericano deben ceñirse a los planes que informaron a las autoridades migratorias, esto por lo menos durante tres meses.
Si en ese período hacen algo que no mencionaron en la entrevista que tuvieron con el funcionario consular al solicitar su visa, como trabajar, estudiar o casarse con un estadounidense, entonces supondrán que mintieron de forma deliberada. Esto complicaría la renovación de su visa, la obtención de una nueva o el cambio de estatus; y a quienes estén en el país, los volvería candidatos a la deportación.
Así mismo, realizar alguna actividad no programada después de los tres meses también podría generarle a un extranjero problemas, aunque las autoridades no lo considerarían como una acción deliberada.
‘Si alguien viene a Estados Unidos como turista, se enamora y se casa dentro de los primeros 90 días de su estancia en el país y después solicita una tarjeta de residencia, se le negará la solicitud’, indicó Diane Rish, directora adjunta de relaciones gubernamentales de la Asociación de Abogados de Inmigración Americana.
Anteriormente, los cambios de planes sólo eran considerados como una tergiversación si sucedían durante el primer mes después de que un extranjero ingresara a Estados Unidos.
Un muro invisible
Estas nuevas reglas afectan principalmente a los ciudadanos de países como Medio Oriente, África, gran parte de Asia, y por supuesto, de América Latina. En algunos lugares, cientos de personas hacen filas en las embajadas y los consulados estadounidenses para solicitar una visa.
El endurecimiento de sus reglas es parte de una iniciativa de la administración de Trump para tomar medidas más enérgicas no sólo en contra de la inmigración ilegal, sino también para reforzar las restricciones en el caso de la inmigración legal.
Fuente Nueva Mujer
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