MAURICIO NIÑO
¿Qué es ser de izquierda en el Perú? ¿Cómo toma los cuestionamientos a usted y la gente que la acompaña?
Soy perfectamente consciente de que se ha estigmatizado a la izquierda como violentista y antiminera. Es nuestro trabajo mostrar que eso no es cierto. Yo me reivindico de izquierda porque de lo que se trata es de garantizar igualdad de derechos en nuestro país para todos sin ningún tipo de discriminación. Nuestra principal convicción es la justicia social. Necesitamos un Estado fuerte, moderno y eficiente, que garantice esa igualdad de oportunidades. No todo puede estar sometido a la lógica del lucro, que solo el que tenga billete pueda pagarse educación y salud de calidad. Creemos que hay cosas que tienen que estar garantizadas para todos por igual. Debemos respetar también nuestra diversidad lingüística, cultural, productiva, de identidad. Esa también es nuestra riqueza.
Venezuela y la izquierda se han vuelto un tema recurrente en su campaña…
Me lo deben haber preguntado 50 mil veces. Siempre he respondido de manera coherente: no vamos a calcar el modelo venezolano, nuestro plan de gobierno no tiene absolutamente nada que ver con el chavismo. Creo que es otra manera de estigmatizar una propuesta de cambio verdadero y profundo.
Son los únicos que proponen el matrimonio igualitario. ¿No es perjudicial para su campaña en una sociedad tan conservadora como la peruana?
Para nosotros, en el Frente Amplio, es fundamental ser absolutamente coherentes con lo que proponemos, entre lo que decimos y lo que hacemos. No estamos en un cálculo político, no acomodamos el discurso dependiendo de las circunstancias, como otros candidatos. Defendemos nuestra postura y programa hasta el final porque tiene un sustento técnico, político y social. Nuestra convicción profunda como Frente Amplio es que todos somos iguales. No cabe en nuestro país, en pleno siglo XXI, discriminación alguna. Las parejas del mismo sexo deben tener los mismos derechos que una pareja heterosexual.
Propone subir el sueldo mínimo a S/.1.000. Sin embargo, el 60% del empleo en el Perú es informal. ¿Cómo sería una medida efectiva?
Porque no sería una medida aislada, iría dentro de un paquete mayor que forma parte de nuestra política económica, que incluye propuestas de diversificación, aumento de la productividad en distintos sectores, generación de más empleo formal y mayor nivel de recaudación del Estado. En este paquete está el aumento del sueldo mínimo, de la inversión pública, promover acceso a crédito barato para pequeños empresarios y la renegociación de contratos para que nuestros recursos beneficien a la gente. En especial, el tema del gas.
Hay dos candidatos que están priorizando el tema del gas. Usted y Alfredo Barnechea. ¿En qué se diferencian sus propuestas?
La diferencia es que nosotros no lo planteamos en el proceso electoral para ver si ganamos votos, sino que es algo por lo que venimos luchando desde hace años. Como cusqueña, es un tema que conozco bien y me ha preocupado desde siempre, porque el gas se extrae desde Camisea y los cusqueños no se ven beneficiados. En lo que hacemos énfasis es en la necesidad de renegociar los contratos de exportación para recaudar más regalías y en que el Estado soberanamente pueda decidir dónde tiene que ir ese gas. El gas se viene rematando desde hace diez años y creemos que debe servir a las familias peruanas y también para que nuestras empresas sean más competitivas con un combustible como el gas, que es más limpio y más barato.
¿Por qué es necesario renegociar el contrato?
El tema de fondo es que hoy nuestras normas determinan que es el licenciatario -el inversionista privado- el que puede hacer y deshacer lo que le dé la gana con nuestro gas y eso nos parece inadmisible. Al tener el recurso en nuestro territorio, nos parece que es legítimo que el Estado le diga al inversionista si el gas debe destinarse al Gaseoducto del Sur, al polo petroquímico, o para las familias peruanas.
¿Cuáles serían sus primeras medidas como presidenta de la República?
Una de las cosas que más preocupa a las personas en este momento es justamente el frenazo de la economía y por eso nuestro énfasis está en las medidas reactivadoras. Otro tema que se ha relevado de especial urgencia en este momento es el de la reforma impostergable del sistema político y electoral. Tenemos a candidatos que salen y entran del proceso electoral, un Jurado que parece contradecirse en sus decisiones, que revela la precariedad del sistema político. Desde el Congreso, impulsaremos una reforma para poder tener partidos políticos sólidos que representen a la gente, que den garantías de democracia interna y de financiamiento transparente.
¿Llegaría a hablar de fraude en estas elecciones?
No, no usaría esa palabra. Pero sí vemos un terreno inclinado a favor de determinadas candidaturas. En las últimas decisiones del JNE, que yo no comparto, pareciera que hay favoritismos. Al señor César Acuña lo sacaron por repartir plata; pero con la señora Keiko Fujimori, que ha hecho lo mismo, no pasa nada.
Sin embargo, la salida de Julio Guzmán sí la ha bene- fi ciado en las encuestas…
Yo creo que de la manera que se ha dado no ha beneficiado a nadie. No beneficia a la legitimidad del proceso ni la democracia. En este momento, exijo al JNE que aclare este tema y asegure a todos los peruanos que medirá a los candidatos con la misma vara. Desde hace varios días vengo señalando que a estas alturas del proceso, no tiene sentido sacar candidatos. Son los ciudadanos, con su voto, quienes dejan claro quiénes van y quiénes no van en esta elección.