Este año, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) cumple 20 años de funcionamiento. En el Día de la Mujer , la ministra Marcela Huaita destaca la relevancia de esta cartera.
‘Los ministerios de la mujer en general, en todos los países, representan una institucionalidad al más alto nivel del gobierno, para velar por la promoción de los derechos de las mujeres y la igualdad de oportunidades entre ellas y los varones’, resaltó para Publimetro.
Esta figura no se ha aplicado en América Latina a la misma velocidad. En el Perú, señaló, el Ministerio de la Mujer existe desde 1996, gracias al impulso de un grupo de congresistas (entre ellas Beatriz Merino, Luz Salgado y Martha Chávez), luego de haber participado en la Conferencia Internacional de la Mujer en Beijing, China.
Sin embargo, recordó, recién hace cuatro años se creó un ministerio de este tipo en Uruguay (antes era solo un instituto). Y lo mismo ocurrió en Chile el año pasado, con la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género .
En estas dos décadas, destaca Huaita, el MIMP en el Perú ha conseguido reformas normativas importantes en temas de promoción de la igualdad laboral para las mujeres, así como en la lucha contra la violencia y la discriminación de género.
Más recientemente, dijo, se creó la Dirección de Transversalización de Enfoque de Género, para integrar esta perspectiva de género en todos los sectores del gobierno, como ministerios (principalmente los de Justicia, Educación y Medio Ambiente), goMinistra Marcela Huaita reconoce que, pese a los avances, las mujeres peruanas enfrentan grandes barreras. Aún queda mucho por hacer ante la violencia de género y la sobrecarga de trabajo reproductivo y doméstico. biernos regionales y locales.
‘Actualmente, las mujeres peruanas se están desarrollando en diferentes campos, como la cultura, el deporte y la ciencia, de manera cada vez más integral. Sin embargo, hay dos barreras que impiden aún su desarrollo pleno’, lamentó la ministra.
Por un lado, está la violencia que todavía se ejerce contra ellas en el ámbito familiar, laboral, e incluso en el espacio público (bajo formas como el acoso callejero).
Hace diez años, el 48% de mujeres sufría violencia física a manos de sus propias parejas. En el 2014, indicó, esta cifra bajó al 32%, a través de políticas de prevención en el espacio educativo y la mejora en el servicio de atención a las víctimas.
Sin embargo, para la ministra Huaita la prevalencia de violencia todavía es muy alta, especialmente en regiones como Junín, Ayacucho y Cusco, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer.
La otra problemática que afrontan las peruanas es la gran carga de trabajo reproductivo que recae principalmente en ellas (llámense labores domésticas, el cuidado de los hijos, de personas enfermas o adultos mayores).
‘Las mujeres trabajan hasta 16 horas semanales más que los hombres en aspectos reproductivos. Estas horas adicionales, que no son reconocidas, significan una sobrecarga para la mujer, que le resta tiempo para otras labores personales, como mejorar su performance laboral o practicarse exámenes de salud’, explicó Huaita. Estos aspectos, dijo, son todavía un reto pendiente.