Los más de 200 peces encontrados muertos en la laguna del Bosque El Olivar, en San Isidro, fueron envenenados de manera intencional, tras haber sido expuestos a altos niveles de sulfato de cobre, según los análisis de laboratorio.
Según el teniente alcalde de San Isidro, Javier Bedoya Denegri, los resultados de laboratorio confirman de esta manera el atentado ecológico perpetrado por inescrupulosos, tal como dicha comuna lo denunció hace dos semanas.
Los análisis al agua de la laguna y a los cuerpos de los peces fueron encomendados a la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y a un laboratorio privado.
Los resultados arrojaron la presencia de sulfato de cobre en el agua y sus nefastas consecuencias de toxicidad en los peces. Igualmente, a través de las necropsias realizadas, se confirmó que se presentaron severos cuadros de nefrosis.
El sulfato de cobre es un compuesto químico derivado del cobre que forma cristales azules, solubles en agua y metanol y ligeramente solubles en alcohol y glicerina. Su forma anhídrida es un polvo verde o gris-blanco pálido, mientras que la forma hidratada es azul brillante. Su venta es abierta en el mercado y puede ser surtida en líquido o en polvo.
De acuerdo con el funcionario municipal, con los resultados del laboratorio se descartan factores naturales, microbiológicos o de oxigenación en la muerte de los peces.
Las imágenes de la cámara de vigilancia de la zona no muestran movimientos irregulares, por lo que todo hace suponer que este metal, en cualquiera de sus presentaciones, fue vertido intencionalmente en la laguna la noche previa aprovechando el hecho que los vecinos y visitantes daban de comer a los peces en la laguna.
‘No vamos a dejar pasar por alto este atentado ecológico a todas luces premeditado. Usaremos todas las herramientas legales que estén a nuestros alcances para dar con los autores’, manifestó la autoridad edil.
Actualmente y por espacio de 30 días, se realizan trabajos de mantenimiento integral en las dos lagunas, tanto en sus sistemas de recirculación y aireación, como en el entorno. Una de las medidas que se adoptarán de manera inmediata, será el prohibir a los visitantes al bosque el alimentar a los peces.