VERÓNICA KLINGENBERGER
No hay que ser malagradecidos. El Perú nos ha dado también grandes satisfacciones y no es cierto que solo estamos acostumbrados a perder. Ok, Brasil nos puede meter tres goles, pero ¿acaso no tenemos también muchos triunfos de los cuales sentirnos orgullosos? Hace solo unos días un bulldog inglés de nacionalidad peruana y nombre alemán se convertía en el protagonista de una hazaña que acaparó los titulares de medios tan respetados como The Guardian o BBC. Otto y los 30 voluntarios que se pararon con las piernas abiertas en fila india demostraron así que los peruanos, humanos y animales, estamos hechos de aplomo y pasión, y que cuando algo nos mueve somos capaces de demostrarle al mundo entero que somos los mejores.
Puede sonarte a comercial de cerveza o de una marca de telefonía en campaña mundialista, pero es la pura verdad. Otto no es el único peruano que nos recuerda nuestra historia triunfalista. El libro de los Récord Guinness está lleno de victorias nuestras, hazañas que ningún otro país puede reclamar como suyas.
Por ejemplo, solo en el Perú se ha podido cortar el pelo al mayor número de personas en el menor tiempo posible. 1.061 estilistas consiguieron la hazaña en solo tres minutos, superando así el anterior récord de corte masivo que llegaba a los cinco minutos y que pertenecía al Japón. ¡Lo hicimos casi en la mitad del tiempo! ¿No debería alegrarnos tanto como un gol de la Foquita? No tenemos mayor información sobre los peruanos y peruanas que, además del corazón, pusieron también la cabellera. Sabemos, eso sí, que su único objetivo fue dejar el nombre de nuestro país en alto, aún cuando seguramente hayan quedado con los pelos de punta. Doble agradecimiento para ellos.
¿Qué país es responsable de preparar la ensalada de quinua más grande del mundo? ¡El nuestro! Este nuevo triunfo se lo debemos a un grupo de cocineros peruanos, en su mayoría estudiantes de gastronomía y chefs de la Universidad San Ignacio de Loyola. Dirigidos por la cocinera Rosa Polo, los jóvenes chefs lograron crear una ensalada de quinua de 716,35 kilos. La gesta se consiguió en la Florida, Estados Unidos, donde vive Polo, pero la gloria sabe a Perú. 587,55 kilos de quinua fueron utilizados junto con muchísimos pimientos rojos, aceitunas, pasas y un delicioso aliño con aceite. El festín final estuvo asegurado, aunque la mayor parte de la ensalada fue donada a dos instituciones caritativas de la ciudad de Miami. La proeza ha quedado registrada, como debe ser, en el libro de Récord Guinness. Y así, podríamos seguir durante horas.
El pecho inflado, la quijada arriba, los peruanos debemos ocupar el primer lugar hasta en el podio de Dios. ¿No lo crees? Razones tenemos de sobra, como ser el país que orquestó el rezo del Santo Rosario de mayores dimensiones nunca antes visto en la historia. Hace dos años, la arquidiócesis limeña involucró a parroquias, colegios, universidades, hermandades, cofradías y otros fieles. Juntos, reunidos en la Plaza Mayor de Lima, rezaron un Rosario que midió 428 metros. El diámetro de cada cuenta era de 80 centímetros y la venerada imagen del Señor de los Milagros fue testigo. No nos ganan, por Dios que no nos ganan.