Un mujer se hizo estallar y un presunto yihadista murió este miércoles en un suburbio de París durante un asalto policial en busca del presunto cerebro de los atentados del viernes, parte de una operación antiterrorista que permitió la detención de siete personas.
Es el primer caso de una kamikaze en el país, cinco días después de que se registrara el primer atentado suicida de la historia reciente de Francia, con un saldo de al menos 129 muertos y 350 heridos y reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
“Activó su chaleco de explosivos al principio del asalto”, detalló el fiscal de París, que sólo ha confirmado esta muerte. Fuentes policiales aseguran que hay otro muerto.
Al menos tres agentes resultaron heridos durante el operativo en un edificio del centro peatonal de Saint-Denis, al norte de la capital, donde se desplegaron militares, según fuentes de seguridad.
El operativo comenzó hacia las 04H20 de la madrugada (03H30 GMT) y concluyó siete horas después.
Los vecinos escucharon tiroteos durante casi una hora en el barrio, completamente acordonado. “Había disparos (…), explosiones como de granada y ráfagas intermitentes”, explicó a la AFP Alexia, que fue testigo desde su ventana.
“Parecía que estábamos en guerra”, contó Hayat, de 26 años, que salía de casa de unos amigos en ese momento.
Necesitaban agua y rezar Entre los detenidos, tres se hallaban en el interior del piso, dos en apartamentos vecinos y otros dos en las inmediaciones. Uno de ellos, un treintañero que no quiso revelar su identidad, contó a la AFP que prestó el apartamento porque un amigo se lo pidió “como un favor”.
“Un amigo me pidió alojar a dos de sus amigos por unos días”, relató a la AFP antes de ser esposado y detenido. “Me dijo que venían de Bélgica”, yo “no sabía que eran terroristas”, aseguró. “Les dije que no había colchón y me contestaron: ‘no importa, sólo necesitan agua y rezar’”, relató. Según una de sus amigas, llegaron “hace dos días”.