Cientos de personas hacían cola este lunes en Berlín para pedir asilo. En una Europa dividida sobre la respuesta a esta crisis, Alemania decidió flexibilizar sus normas de acogida para quienes huyen del conflicto sirio. Con una población cada vez más vieja y falta de mano de obra, el país se ha convertido también en un destino privilegiado para iraquíes, afganos y eritreos.
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Una situación que cambiará el mapa demográfico en los próximos años. Angela ‘Lo que estamos experimentando ahora es algo que ocupará y cambiará nuestro país en los próximos años. Queremos que sea un cambio positivo y creemos que podemos lograrlo’, dijo Merkel, canciller alemana .
Hungría restableció plenamente el tráfico ferroviario para los refugiados el domingo y ya no tienen que recorrer a pie por carreteras y autopistas hasta Austria. Mientras tanto, en el Mediterráneo, seguían llegando cientos de migrantes desde las costas turcas a las islas griegas del mar Egeo.
Este ferry llevó más de 2.000 personas desde Lesbos hasta Atenas en la mañana del lunes. El primer ministro turco, por su parte, señaló que el número de refugiados autorizados a entrar en la Unión Europea es ridículo. Mientras su país acoge a más de dos millones de personas que huyen de las guerras de Siria e Irak, tachó a Europa de ser una ‘fortaleza cristiana’.