El acusado “es condenado a una pena máxima de cinco años de cárcel”, dictaminó la jueza Thokozile Masipa, que en septiembre declaró al atleta culpable de homicidio involuntario.
Pistorius también fue castigado a tres años de cárcel en suspenso por dos incidentes anteriores a la muerte de su pareja, en los que utilizó un arma de fuego en público.
El atleta de 27 años, que vomitó y lloró en varias ocasiones durante el juicio, permaneció totalmente inmóvil en el banquillo de los acusados al oír la sentencia, con las venas marcadas en la frente y la mandíbula contraída. Al terminar la audiencia, fue conducido a la cárcel.
Una familia contenta
La familia de la víctima se mostró satisfecha con la sentencia. “Sí, estoy muy contento”, declaró a los periodistas Barry Steenkamp, el padre de Reeva.
“Aceptamos la sentencia. Óscar aprovechará esta oportunidad para pagar su deuda a la sociedad”, declaró, por su parte, el tío del atleta, Arnold Pistorius.
Como se recuerda, Pistorius fue condenado por matar en su casa de Pretoria a su novia, a la que le pegó cuatro tiros a través de la puerta del cuarto de baño, en el que ésta estaba encerrada.
El atleta defendió durante todo el proceso, de siete meses de duración, que creía que en el baño había un ladrón.
Poco antes de pronunciar su sentencia, la jueza valoró que una condena a trabajos de interés general, como había pedido la defensa, “no sería apropiada”.
Una condena justificada
Masipa recordó la gravedad de los hechos imputados para justificar su decisión: “(Pistorius) sabía que el baño era un espacio reducido y que no había forma de escapar para la persona que estaba detrás de la puerta”.
“Una condena no carcelaria enviaría un mensaje erróneo a la sociedad, pero por otra parte, una condena de larga duración tampoco sería apropiada”, argumentó la jueza.
La magistrada rechazó los argumentos de la defensa sobre la fragilidad del acusado y la imposibilidad de encarcelar a un hombre con las piernas amputadas.
“Me sentí incómoda (…) al ver desfilar a los testigos que insistían en la fragilidad del acusado (…) que también tiene excelentes capacidades de adaptación”, declaró. Las cárceles sudafricanas están capacitadas para acoger a Pistorius, un minusválido “que necesita cuidados psicológicos”, añadió.
¿Homicidio involuntario?
Aceptó, sin embargo, los argumentos de la fiscalía que había alertado de la reacción de la sociedad en caso de una condena demasiado leve: “Sería un día triste para el país si diéramos la impresión de que hay una justicia para los pobres y desheredados y otra para los ricos y célebres”, aseguró Masipa.
La jueza consideró como circunstancia atenuante el comportamiento del acusado justo después del drama, ya que Pistorius intentó claramente reanimar a su víctima y se mostró abatido tras matar a Steenkamp.
La magistrada también recordó que el atleta había intentado pedir disculpas en privado a la familia Steenkamp, pero que no se le había permitido hacerlo. La fiscalía sudafricana anunció después del juicio que dudaba si recurrir o no el veredicto de “homicidio involuntario”.
“Tenemos 14 días para analizar la ley y queremos estar seguros de que los hechos y el derecho nos permiten recurrir”, aseguró el portavoz de la fiscalía nacional, Nathi Mncube.
Antes del arresto
Una de las abogadas de Pistorius, Roxanne Adams, consideró por su parte que el atleta podría pasar 10 meses en prisión antes de ser puesto bajo arresto domiciliario.