La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien decretó zona de catástrofe en las regiones norteñas de Arica y Tarapacá por el sismo y un posterior tsunami de baja intensidad, llegó en la mañana a Iquique para supervisar la situación y visitar las zonas más afectadas.
Más temprano, al amanecer, el alerta de tsunami que mantuvo evacuadas a 972.000 personas a lo largo de unos 4.329 kilómetros de costa, fue cancelada en todo el el país, según indicó el ministro chileno del Interior Rodrigo Peñalillo.
En Iquique, la ciudad más cercana al epicentro del sismo, y en la aledaña Alto Hospicio, fallecieron cinco hombres y una mujer, según el ministro.
En el sur de Perú se reportaron nueve heridos leves y algunas viviendas dañadas.
“El terremoto fue bastante violento, lo más complejo fue pasar la noche, afortunadamente las familias estaban reunidas y eso favoreció una evacuación bastante eficiente”, dijo Cristián Martínez al canal 13, mientras se dirigía a un colegio de Iquique del cual es director, para constatar los daños.
En Iquique, se veían este miércoles techos caídos, ventanales quebrados, y estantes y mercancías en el suelo en los centros comerciales, según imágenes de la televisión chilena, pero ningún edificio colapsado ni gran destrucción en las calles.
Al ser uno de los países más sísmicos del mundo por encontrarse al límite de una falla geológica, Chile cuenta con altos estándares en construcción antisísmica, y entrena periódicamente a su población con simulacros de evacuación, que en esta ocasión funcionaron sin problemas.
“Todo Chile ha aprendido con los distintos desastres, cada uno de ellos va dejando algunos aprendizajes”, dijo el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.
Al mediodía empezaron a reanudarse los vuelos hacia las tres capitales del norte, Antofagasta, Iquique y Arica, que habían sido cancelados durante la alerta de tsunami, informó la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Sin embargo, las carreteras para ingresar a Iquique se encontraban obstruidas por derrumbes.
En el puerto de la ciudad hubo cerca de 80 embarcaciones dañadas, hundidas y otras arrastradas por el mar hacia tierra, indicaron pescadores.
“Con esta catástrofe no podemos hacer nada, quedamos cesantes y esperamos la ayuda para recuperar nuestras embarcaciones”, dijo Eddy Varas, uno de los pescadores.
El mar ingresó unos 200 metros, según el informe de la Gobernación Marítima de Iquique, e inundó un paseo turístico además de una avenida por donde el agua se estancó unos 50 centímetros.
El sismo ocurrió a las 20H46 (23H46 GMT) del martes y duró dos minutos, estremeciendo las regiones chilenas de Arica, Iquique y Antofagasta, unos 1.800 km al norte de Santiago.
El epicentro del terremoto se ubicó en el mar, a unos 89 km al suroeste de Cuya, en Iquique, con una profundidad de 38,9 km, según el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.
“Zona de catástrofe”
El pánico se sintió inmediatamente. “Se reventaron las luces en las calles, la gente salió corriendo aterrada. Después del terremoto hubo varias réplicas”, dijo a la AFP Verónica Castillo, habitante de la ciudad de Arica.
Alertas de tsunami fueron emitidas también la noche del martes en Perú, Ecuador y Honduras.
La minera estatal chilena Codelco, la mayor productora mundial de cobre, evacuó una parte de sus instalaciones de procesamiento costeras, aunque aparentemente ninguna sufrió daños.
En tanto, el precio del cobre, del que Chile es el principal productor del mundo con un 33% de la oferta, alcanzaba este miércoles su nivel más alto en tres semanas en la Bolsa de Metales de Londres.
Bachelet tomó inmediatamente esta vez la decisión de enviar a las Fuerzas Armadas a la zona afectada para hacerse cargo del orden y la seguridad, y evitar así posibles saqueos, como ocurrió tras el terremoto del 2010.
Ese año, Chile sufrió un sismo de 8,8 grados de magnitud y un tsunami en el centro-sur del país, con saldo de más de 500 muertos, daños en infraestructura por unos 30.000 millones de dólares y escenas de caos con días de saqueos.
En esa ocasión, el gobierno de Bachelet, durante su primer mandato, descartó una alerta de tsunami por informes técnicos erróneos, tras lo cual, muchas personas regresaron a zonas bajas y fallecieron arrastradas por las olas.
Hasta ahora se han registrado 20 réplicas menores y las autoridades advirtieron sobre otras “por varios días”.
El terremoto “no ha liberado totalmente la energía (acumulada), quedan algunas zonas por activarse. Tenemos que estudiar bien la zona de ruptura”, dijo Sergio Barrientos, Director Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.
Hace años que los sismólogos advertían sobre un eventual sismo en la zona norte del país, debido a la acumulación de energía durante mucho tiempo que no se había liberado.
En las últimas semanas se había registrado una inusual seguidilla de fuertes sismos en la misma zona, que preocupó a los sismólogos.