Ucrania prometió este jueves luchar por la “liberación” de Crimea, anexada por Rusia tras el referéndum del último 16 de marzo, mientras la Unión Europea (UE) y los países occidentales analizan nuevas medidas contra Moscú, que amenazó con una escalada de sanciones.
Kiev alzó la voz pero el miércoles había anunciado planes para evacuar a sus ciudadanos de la península de Crimea.
Por su parte el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, le dijo al presidente ruso, Vladimir Putin, que estaba “muy preocupado” por la crisis, durante una fugaz visita a Moscú.
Putin se limitó a saludar “los esfuerzos (de la ONU) para resolver crisis en todo el mundo”. En una resolución solemne, pero poco más que simbólica, el parlamento ucraniano aseguró que “Ucrania no cesará en su lucha por la liberación de Crimea, por larga y dolorosa que sea”.
“El pueblo ucraniano no reconocerá nunca la anexión de Crimea”, añadió el texto, que advirtió que “las fronteras han sido modificadas por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial” por Rusia.
Ucrania renunció en 1994 a su arsenal nuclear y Rusia le garantizó a cambio la inviolabilidad de sus fronteras.
La UE amenazó con ampliar sus sanciones, a pocas horas de una reunión de sus jefes de Estado y de gobierno. Es así que ampliará “la lista de personas afectadas por la prohibición de visado y la congelación de bienes”, anunció la canciller alemana, Angela Merkel.
“En caso de escalada […] estamos dispuestos a pasar en cualquier momento a la fase tres de las sanciones, que significará sin duda sanciones económicas”, advirtió.
En cuanto al futuro de Rusia en el G8 y la celebración de una cumbre del G8 en junio, prevista en la ciudad rusa de Sochi, la canciller declaró: “Mientras las condiciones políticas no estén reunidas para una reunión de esta envergadura, ya no hay G8, ni cumbre, ni formato de ese tipo”.
Ocupación militar Hasta ahora esas protestas poco han conseguido para frenar la ocupación militar rusa de instalaciones militares ucranianas en Crimea.
La tensión disminuyó cuando milicias prorrusas en Crimea liberaron al jefe de la Marina ucraniana en la península, el almirante Serguei Gayduk.
El presidente en funciones ucraniano, Olexander Turchinov, había amenazado a esas autoridades crimeas con una “respuesta de carácter técnico y tecnológico” si no se producía esa liberación.
Funcionarios ucranianos continúan asegurando que Moscú tiene otros planes anexionistas, que afectarían a amplias zonas del sureste de Ucrania de habla rusa.
“Hay indicios que Rusia está dispuesta a lanzar una intervención a gran escala en el este y el sur de Ucrania”, dijo a la prensa el jefe de la misión de Ucrania ante Naciones Unidas en Ginebra, Yuri Klimenko.
“Nuestra mayor preocupación en estos momentos es si (los rusos) irán más allá de Crimea”, consideró el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen.
Kiev busca de forma acelerada la protección occidental y el viernes planea firmar la parte política de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea que generó el inicio de la crisis en noviembre pasado, cuando el entonces presidente ucraniano prorruso, Viktor Yanukovich, lo rechazó.
Ucrania ya anunció el miércoles que se retirará de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que reemplazó a la Unión Soviética.
Moscú por su lado respondió directamente a Estados Unidos por sus posibles sanciones.
“Si en Washington gana la línea que consiste en atizar el enfrentamiento, en tratar de dictarnos algo sirviéndose de sanciones, no cabe duda de que, por nuestra parte, no nos limitaremos a sanciones específicas, que sólo tomarían como blanco a ciertos individuos”, afirmó el jueves el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov.
El lunes, el gobierno estadounidense adoptó sanciones selectivas contra once responsables rusos y ucranianos prorrusos, siete de los cuales son allegados del presidente Vladimir Putin.
La Duma (cámara baja del Parlamento ruso) ratificó el jueves el tratado sobre la integración de Crimea a Rusia, firmado el martes por el presidente Vladimir Putin con los líderes prorrusos de esta península, grande como Bélgica y con una población de unos dos millones de habitantes.