Por: Kike La Hoz
La actual inestabilidad del sistema educativo en España confirma lo que el pedagogo catalán Jaume Sarramona repite una y otra vez: no se puede pensar en una mejor educación, sea en el Perú o en la China, si no existe una continuidad política en lo que un país estructura para sus nuevas generaciones.
Con más de treinta publicaciones sobre pedagogía, el pensamiento de Sarramona dejó su estela por Lima. Durante su participación en la última parada del maratónico Encuentro Internacional de Educación 2012-2013, impulsado por la Fundación Telefónica, el especialista español charló en exclusiva con Publimetro y se refirió a temas acuciantes de nuestro tiempo, donde el valor de la escuela es cuestionado.
Con miras a una educación hacia el siglo XIX, Serramona está convencido de que la función esencial de la escuela (transmitir cultura, historia y más), ‘ahora debe afrontarse en un periodo de cambio constante y en muchos casos sin los recursos adecuados’. Por eso plantea realizar un pacto nacional para dar continuidad en el campo educativo.
En el caso peruano, el Proyecto Educativo Nacional al 2021 resultó un intento aún no del todo articulado.
‘Si no existe un pacto, sectores de clase alta lo resuelven al margen del sistema, pero al final los perjudicados siempre son los mismos: los menos favorecidos’, explica.
Sarramona ofrece soluciones prácticas. Sobre la educación intercultural asegura que ‘hay algunas culturas condenadas a ser bilingües (…) Hay que decidir si vamos a acabar hablando chino o inglés o si vamos a considerar si esa diversidad cultural es una riqueza y no debe desaparecer’.
Sobre la mentada superficialidad de los medios digitales en desmedro de la educación señala: ‘No es que la computadora sea más alienante que un libro. Con los libros tradicionales se puede hacer una educación acrítica, memorística. Eso ya ocurría mucho antes’, indica.
Y a propósito del temor que genera la publicación de los resultados de la prueba PISA 2012 (que mide el rendimiento escolar), anunciada para mañana en París, Sarramona ofrece una propuesta de mejor educación condensada en cuatro puntos:
1.Calidad docente. ‘Una primera línea es prestigiar la profesión docente. Provocar que una parte de los docentes sean elegidos entre los mejores estudian tes, y no entre los peores. Esto es universal. Por ejemplo, en Finlandia, con un nivel educativo alto, se les paga menos que en España. Y México, el país que mejor paga a sus profesores, no tiene buenos resultados. Hay que prestigiar y dignificar la profesión del maestro; hay que hacerla exigente y creo que así se le prestigia’, señala el experto.
2. Romper el círculo. ‘Hay que buscar la implicación de la familia. Culturalmente no está preparada y por eso no se aplica’, dice, aunque reconoce que es difícil implicar a una generación influida por otro contexto social y educacional.
3. Mejor equipo. ‘Se debe crear una red profesionalizada de educación, no solo de docentes, sino también de especialistas, supervisores, directores escolares’.
4. Mayor inclusión. El sistema tiene que preocuparse de forma especial de los alumnos con dificultades. Es igual que en la sanidad. Los que más la utilizan son los enfermos y las clases necesitadas. Acá no ocurre lo mismo. En la educación se debe aplicar la discriminación positiva para que nadie quede marginado. Es un tema de justicia.