El gobierno argentino ignoró este martes el resultado del referéndum en las Islas Malvinas , donde sus habitantes se expresaron a favor de seguir como territorio de ultramar de Gran Bretaña, en el marco de la disputa por la soberanía entre ambos países.
La presidenta Cristina Kirchner y su canciller, Héctor Timerman, mantenían silencio este martes y sólo la embajadora en Londres, Alicia Castro, se refirió a la convocatoria que se realizó el domingo y lunes entre los habitantes de las Malvinas.
El referéndum “es una maniobra mediática que refleja la debilidad de la posición” de Londres, señaló a la radio argentina FM Millenium Castro, convertida en la portavoz oficial sobre el tema.
La posición a favor de que las islas sigan siendo territorio de ultramar de Gran Bretaña obtuvo el 99,8% de los votos, con sólo tres en contra, en una consulta de la que participó el 92% de los 1.672 electores isleños.
La diplomática sostuvo que el resultado de la consulta “expresa la opinión de alrededor de 1.600 ciudadanos británicos contra millones y millones de personas que reconocen la soberanía argentina” sobre las Malvinas.
La Presidencia se mantenía este martes en silencio, mientras que el último comunicado de Cancillería, fechado el sábado pasado, fijó la posición oficial de considerar al referéndum “un intento británico de manipular la cuestión Malvinas”.
“No hay nuevas declaraciones ni comunicado de la Cancillería, y por el momento no se espera que los haya”, dijo este martes a la AFP una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores.
El gobierno argentino quiere restarle entidad al referéndum al que había calificado de ilegal y carente de sustento jurídico por considerar que la británica es una población implantada desde la ocupación en 1833 de esas islas del Atlántico sur por parte de Gran Bretaña.
“A diferencia de otros casos de colonizaciones, este referéndum no fue convocado por Naciones Unidas, ni cuenta con su aprobación o supervisión”, afirmó Castro.