Cuanto más chocolate consuma la población de un país, más premios Nobel obtendrá, una indicación de que el cacao podría aumentar la capacidad mental, según un estudio publicado en la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine fechada el jueves.
Los flavonoides, poderosos antioxidantes presentes en los granos de cacao, el té verde y el vino tinto, se ha demostrado que reducen el riesgo de demencia y mejoran la función mental en los ancianos, dijo Franz Messerli, de la Universidad de Columbia en Nueva York y autor de esta investigación.
“Dado que el chocolate hipotéticamente puede mejorar la función cognitiva en los individuos y por eso a la población en su conjunto, me preguntaba si podría haber una correlación entre el consumo de cacao en un país y la capacidad mental de su gente”, dijo, con un toque de humor, el médico.
“Que yo sepa, no hay datos disponibles que midan las funciones mentales de toda una nación”, agregó. “Por lo tanto, es concebible que el número total de premios Nobel per cápita pueda dar alguna medida de la función cognitiva general un país”, explicó.
Según sus observaciones, “hay una correlación significativa sorprendente entre el consumo de chocolate per cápita y el número de premios Nobel por cada diez millones de personas en un total de 23 países”.
Suiza encabeza tanto el número de premios Nobel como la cantidad consumida de chocolate, dijo Messerli, quien precisó que utilizó las estadísticas de consumo suministradas por diferentes fabricantes.
Estados Unidos, Francia y Alemania se encuentran en el medio, mientras que China, Japón y Brasil están al final de la clasificación.
Suecia es la excepción. Mientras, según los cálculos, con 6,4 kilos de chocolate consumidos por habitante por año debería haber producido unos 14 premios Nobel, en realidad tiene 32, señaló Messerli.
Hay dos explicaciones posibles, ironizó el investigador: “Que el comité Nobel de Estocolmo favorezca a los suecos, o que los suecos sean particularmente sensibles a los efectos del chocolate”.
El científico subrayó que estos datos se basan en el consumo promedio por país y que la cantidad de chocolate consumida individualmente por los galardonados del Nobel “se desconoce”, así como las dosis acumuladas de cacao necesarias para aumentar las posibilidades de ganar un Nobel.