Vicente Furgiuele tiene 31 años, la misma cantidad de años que el legendario restaurante Canta Rana, a unos pasos de lo que era el antiguo mercado de Barranco, fundado por su padre, también llamado Vicente.
Cuando Vicente hijo habla de su infancia es casi como que hablara de cocina. Desde que nació supo acompañar a su padre a los terminales pesqueros, hasta donde tenían que acudir para conseguir los insumos más frescos.
‘Mi papá me llevaba y recuerdo que le encargaba a la señora que vendía los pulpos que me cuidara mientras él se iba a recorrer los puestos. Luego yo llegaba a la casa y mi mamá protestaba porque su hijo pequeño olía a puro pescado’, cuenta Vicente entre risas.
Desde luego, para Vicente enamorarse de la cocina fue fácil, habiendo vivido toda su vida entre fogones. ‘A mí siempre me gustó la cocina. Me encantan los fogones, siento que es algo como heroico meterse a la cocina y ‘pelearte’ con los ingredientes para conseguir lo mejor y poder ofrecérselo a la gente’, explica.
Hace casi 10 años abrió una sucursal del Canta Rana, también en Barranco, bautizándolo Canta Ranita. No solo porque el local era más chico, sino porque era más barato, menos sofisticada, aunque con una oferta igualmente deliciosa.
El Canta Ranita, ubicado al fondo del barranquino mercado El Capullo, en el Jirón Unión, logró conectar con un público más informal, juvenil y también bohemio. Desde luego, Vicente padre estaba de acuerdo con el proyecto y se formó una pequeña cadena del Canta Rana, la misma que se amplió hace seis años con la apertura del Canta Rana Punta Hermosa, un local en el distrito del sur chico que, por su ambiente acogedor y pequeño, terminó siendo conocido coloquialmente como El Canta Ranita de Punta Hermosa.
Administrado por Vicente hijo y su hermano menor Martín, el local sigue en la línea relajada del local del Capullo. Tiene una carta breve, aunque efectiva. Vicente nos cuenta: ‘Acá tenemos de todo, pero con precios baratos. Un cebiche de pescado a 25 soles o un Guardia Imperial (cebiche con pulpo a la parrilla) a 32 soles, siempre con pesca del día, porque la frescura es el principio de todo en la comida marina’, nos dice.
Ubicado desde este año en la avenida García Rada, al lado de la conocida Bodega Cicala, el Canta Ranita de Punta Hermosa ofrece otros platos como conchas sopleteadas, tres tipos de tiraditos (natural, al ají amarillo y apaltado), causas, arroz con mariscos, arroz chaufa de mariscos y, desde luego, los chicharrones de pescado, de calamar y mixto.
‘Aquí abrimos temprano y no cerramos hasta que el pescado se acabe’, dice Vicente como una declaración de principios o una defensa de la cocina sencilla aunque hecha con el corazón. Al final, sabe que la fama bohemia del distrito que vio nacer la leyenda del Canta Rana, define también un tipo de público caracterizado por su lealtad al buen ambiente y al sabor.
Por Sergio Llerena
Tiempo para comer
El Canta Ranita de Punta Hermosa se ubica en la Avenida García Rada. Horario de atención: de jueves a domingo desde la 12 p.m. ‘hasta que se acabe el pescado’. Se aceptan tarjetas. Más informes en el teléfono 933-546-338.
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