Ginnette UrbinaDepartamento PsicopedagógicoColegio Antares – CPAL
Los conflictos son situaciones de la vida cotidiana que se dan en todo momento y pueden presentarse en diversas formas (discusiones, peleas, entre otros). La verdadera problemática se encuentra en cómo los manejamos.
En ese sentido, el manejo de las emociones es importante pues ellas cargan de afecto nuestra percepción, dirigen la atención, activan la memoria y esto tiene un efecto en nuestra reacción. Por ello, es muy importante que los niños desarrollen desde pequeños la inteligencia emocional que les permitirá reconocer y manejar las propias emociones, ponerse en el lugar del otro, así como crear relaciones sociales positivas.
Por otro lado, cuando se presenta un conflicto, es importante tomarlo como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal. Para ello, es importante evaluar el resultado del conflicto, cuál fue el desenlace y analizar las consecuencias del mismo.
¿Qué hacer ante un conflicto?
1.Tomar un tiempo para calmarse ayuda a tomar cierta distancia emocional del conflicto y pensar con claridad. En este tiempo, los niños deben poner en práctica la respiración profunda y la relajación, de tal manera que puedan enfocarse en buscar alternativas de solución.
2.Una vez que están calmados, es necesaria la presencia de un mediador que ayude en el diálogo y la comprensión de la perspectiva de cada persona implicada en el conflicto y ayude a co-construir alternativas de solución.
3.Promover la escucha activa: Es importante mirar a la otra persona cuando habla, prestar atención a lo que le dicen evitando interrupciones. Se recomienda parafrasear lo que la otra persona dijo. Esto ayuda a entender la posición del otro y permite al mediador comprender mejor la situación y los pensamientos y sentimientos de cada niño.
4.Utilizar mensajes ‘YO’ en los cuales el niño exprese lo que le molestó sin atacar o responsabilizar a otras personas.
5.Luego de escuchar todos los puntos de vista, identificar el problema a resolver.
6.Buscar en conjunto alternativas de solución, evaluarlas y elegir la mejor de ellas.
¿Cómo desarrollar habilidades para resolver conflictos en los niños?
A través de cuentos, historietas y títeres, los niños pueden entender el conflicto desde otro punto de vista menos personal y de esta manera dar mejores respuestas ante la situación. También es importante desarrollar el sentido del humor, respondiendo a comentarios ofensivos con frases graciosas o sin sentido, así se genera la impresión de que éstos no nos afectan.
Por último, es muy efectivo realizar ensayos o dramatizaciones donde los niños puedan practicar respuestas como ignorar, cambiar de actividad, pedir al compañero que se detenga, enviar un mensaje o pedir disculpas.