¿Con vergüenza de preguntar a tus amigos sobre su vida sexual para saber si tu aparente problema es común? Google es una opción para solucionar este tipo de dudas, pero si buscas fuentes confiables, esta colección de experiencias puede servirte.
La página estadounidense The Huffington Post publicó cuáles son los problemas sexuales más comunes consultando a expertos en terapia sexual. A continuación compartimos algunos exactros recogidos por el portal.
1. Deseo sexual no correspondido
“Por mi experiencia, el problema sexual más frecuente es un deseo sexual desigual. La solución cambia dependiendo de la pareja. Para las parejas con niños y con poco tiempo, puede funcionar lo de fijar un cierto número de veces por semana. En ese caso, en la terapia hablaremos de formas de mantener relaciones sexuales que resulten divertidas y románticas aunque el sexo esté planeado. En otras parejas, puede que el miembro con menor deseo sexual no diga lo que le haría aumentar su apetito, por ejemplo, más sexo oral o algún juego con esposas y vendas en los ojos. También trato de que desarrollen su empatía. A menudo, el miembro de la pareja con mayor apetito siente que su compañero no entiende sus necesidades, y entonces le explico que su pareja tampoco lo está pasando bien. A veces, se sienten culpables o inapropiados porque no pueden cumplir los deseos sexuales de su pareja”.
Stephanie Buehler
2. Tiempo para el sexo
“‘No hay tiempo para el sexo’ es el problema que escucho con más frecuencia en mi consulta. Nos queremos, pero no tenemos tiempo ni para la intimidad ni para el sexo en nuestra ajetreada vida. Esta excusa es falsa, pues el sexo no es cuestión de tiempo. Las parejas que presentan este problema a menudo tienen una relación con otros problemas sexuales emocionales y físicos más complejos, como falta de deseo, disfunción eréctil, coitos dolorosos, complejos físicos, eyaculación precoz y conflictos personales.
Creo que muchas parejas confabulan sobre su relación y sus problemas sexuales. Prefieren tomar el camino de menor confrontación y evitar o negar que esos problemas existen afirmando una y otra vez que están demasiado ocupados para el sexo, en vez de expresar y explorar sus necesidades y deseos íntimos con el otro”.
Cathy Beaton
3. Enfermedades médicas
“Trabajo con individuos y parejas que luchan con una gran variedad de problemas sexuales que normalmente requieren tratamiento médico. A menudo, cuando elaboro el historial sexual de mis pacientes, me doy cuenta de que últimamente las cosas no les van bien y de que el sexo ya no es lo que era. Uno de los problemas sexuales más comunes es la falta de deseo. Y resulta muy frustrante tanto para los pacientes como para los expertos, pues no existe ninguna pastillita azul para el deseo.
El problema de la falta de deseo a menudo reside en la intersección entre la mente, el cuerpo y la relación, y no siempre es fácil escucharlo en nuestra cultura de apaños rápidos. Pero hay muchas formas de enfocar el problema. Quiero hacer hincapié en que el proceso en sí mismo es parte de la solución”.
Sharon L. Bober
4. Dificultad erectil
“El problema sexual más común entre mis clientes es la dificultad eréctil. Si no existe una base médica para las dificultades eréctiles, es la ansiedad lo que suele interferir en la capacidad del hombre para excitarse y mantener la erección. Si el hombre está en una relación seria, tanto él como su pareja tendrán que llevar a cabo una serie de preliminares graduales, con el fin de conectar al hombre físicamente con su pareja sin ningún tipo de presión sexual.
Para los pacientes que no tienen pareja, tratar este problema puede ser más complejo. El hombre puede practicar algunos ejercicios durante la masturbación para ganar confianza en su capacidad de erección si la pierde en una situación sexual. Tampoco debería obsesionarse con la preocupación de si mantendrá la erección o no, pues estos pensamientos contribuyen a la dificultad eréctil. Es mejor centrarse en los aspectos placenteros de la interacción sexual. También puede profundizar en el conocimiento de la persona con la que queda antes de acostarse juntos”.
Bruce Berman
5. Adicción sexual
“Cada vez escucho más quejas sobre el comportamiento sexual compulsivo considerado adicción sexual. Esta dificultad puede presentarse de muchas formas y a diferentes niveles a lo largo de un contínuum de deficiencias. Mi enfoque suele comenzar examinando los factores desencadenantes que subyacen, como una falta de control del estrés, conflictos familiares o abuso de drogas o alcohol. El tratamiento empieza estableciendo límites, manejando los impulsos, entrenando las habilidades, redireccionando la fantasía y asesorando la relación en lo que sea posible. En algunos casos en los que la depresión es un factor, la medicación para subir el ánimo suele ser un complemento útil para la terapia de la conducta”.
Mark D. Ackerman