Ericka Tamashiro y Betzy MeléndezAudiólogas de la Unidad de DiagnósticoCentro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje – CPAL
La sordera por ruido o trauma acústico es un problema de salud que se presenta cada vez con mayor frecuencia. Esta se ocasiona cuando una persona se expone a sonidos intensos que pueden ser continuos o generados por un solo evento que sea excesivo y que rebase los 90 decibeles, ocasionando lesiones a nivel del oído interno.
El trauma acústico depende de la intensidad del sonido, tiempo de exposición, sensibilidad del oído y tono del sonido, ya que son mucho más agresivos los tonos agudos que los graves.
Las consecuencias del ruido generalmente no se manifiestan hasta años después con una disminución severa de la agudeza auditiva o, en el peor de los casos, con una sordera permanente.
El trauma acústico se puede clasificar según su daño. Cuando la pérdida es de primer grado, aparece un zumbido agudo molesto que desaparece progresivamente con el descanso y que puede ser continuo si la persona continúa expuesta al ruido por mucho tiempo.
Entre las principales medidas de prevención están:
- Disminuir el tiempo de exposición a sonidos constantes y fuertes.
* Utilizar equipo de protección acústica en lugares de trabajo que produzcan mucho ruido.
* Evitar subir el volumen de radios, televisores o videojuegos en cualquier sitio.
* Evitar el uso de audífonos (Mp3, walkman, etc.) por largos ratos y volumen intenso.