En los últimos años, la tecnología ha cambiado muchas de las actividades humanas. El turismo es una de ellas. Algunas empresas ya han desarrollado programas para ‘transportar’ a los viajeros sin moverse de su propia ciudad.
Omnipresenz es una de esas empresas. Con sede en Barcelona, ofrece un programa que permite explorar los confines de la Tierra a través de avatares humanos equipados con cámaras.
Por su parte, el programa #GetTeleported, creado por la cadena hotelera Marriott, promete una experiencia 4D de viaje virtual totalmente inmersiva con la ayuda de unos lentes especiales llamados Oculus Rift.
Estos dos proyectos, según sus creadores, buscan redefinir el futuro de los viajes con el uso de tecnología inspirada en series de ciencia ficción.
‘Omnipresenz surgió de la ilusión de experimentar en la vida real las aventuras futuristas que alguna vez hemos leído o visto en televisión’, nos contó Carlos Soro, jefe de Operaciones de Omnipresenz.
La posibilidad de realizar viajes virtuales genera, sin embargo, dudas entre viajeros expertos. Steve Burgess, un escritor independiente especializado en turismo, asegura que viajar sin salir de casa ‘destruye la justificación de los viajes. Es como tomar un jugo de frutas sin frutas reales’.
Burgess sostiene que podemos hacer uso de la televisión e Internet para distraernos durante unas horas. ‘Pero viajar debe ser algo más. El punto es experimentar otra tierra, otro mundo. Para hacer eso tienes que interactuar con las personas, no solo con los programas’.
Los creadores de los viajes virtuales y la misma industria turística no pretenden sustituir a los viajes en el mundo real. Presentan a estos programas como una herramienta complementaria para viajar más. ‘Creemos que con Omnipresenz las personas pueden recuperar el deseo de salir de casa y relacionarse más. Después de experimentar Omnipresenz, se generarían más ganas de viajar’, explicó Soro.
Burgess comparte la idea de que los viajes virtuales son solo un complemento. ‘Las experiencias de realidad virtual pueden convertirse en formas populares de entretenimiento, pero nunca van a ser un reemplazo para el recorrido real’, explica el escritor canadiense.
Además de incentivar y complementar los viajes reales, tecnologías como Omnipresenz buscan también ayudar a que personas con dificultades físicas o económicas puedan conocer de manera virtual lugares a los que actualmente no tienen acceso.
‘Uno de los objetivos de Omnipresenz es facilitar la experiencia de un viaje a personas que por diferentes motivos tienen dificultades temporales o crónicas de movilidad física. Ellos pueden así compartir emociones y salir del aislamiento a través de nuevas miradas a la realidad, con un nuevo canal de comunicación lúdico, transparente y que genera confianza’, declaró Soro.
Mientras se discuten las ventajas y desventajas de esta nueva tecnología, los primeros usuarios dicen estar muy satisfechos con la experiencia. Hasta estarían dispuestos a compartirla con sus amigos. ‘Mi experiencia ha sido increíble’, opinó Marte Roel, el primer usuario de Omnipresenz. ‘Es algo que incluso compartiría con amigos o con una pareja’.