Varios estudios analizan la influencia del narcisismo, la longitud del pene y los orgasmos fingidos de las mujeres para hallar las claves de la infidelidad, y aquí te lo detallamos.
¿Gen de la infidelidad? Son varios los estudios que se han realizado en torno a la infidelidad. Un grupo de investigadores de la Universidad de Florida lo relaciona al narcisismo en las primeras etapas del matrimonio, mejor dicho, la imagen que uno tiene de sí mismo sobre sus capacidades sexuales mejoran y, por ende, nuestra propensión a ser infiel.
Sin embargo, otro grupo de investigadores va más allá y se atreve a hablar del gen de la infidelidad, pues el comportamiento depende en parte de las variaciones genéticas relacionadas con la motivación y las rutas de recompensa en el cerebro, como lo detalla ABC.
¿Qué es la infidelidad? Un dato importante para entender este asunto es saber la percepción que tienen los hombres y las mujeres. Para ellos más importante es la sexual; y para las mujeres, la emocional. “El 90% de las mujeres considera que darse un beso es ser infiel, esta proporción es del 75% entre los hombres”.
¿Dónde ocurre? Según datos de la empresa Ashley Madison, el “68% de los adúlteros comete infidelidad en el trabajo, y gasta media de 1,17 horas en hacerlo”. Y según científicos de Harvard existe el efecto moralizador de las mañanas, «las experiencias cotidianas asociadas con la vida rutinaria pueden reducir la resistencia moral a las tentaciones».
¿Por qué ser infiel? Según un estudio estadístico con 74.600 miembros de Ashley Madison, el 44 por ciento de las mujeres infieles lo hace porque se siente atraida por la otra persona, mientras que el 33 lo hace para sentirse deseadas. En los hombres se trata de una cuestión de sexo: el 48 por ciento dice que lo hizo porque «quería más sexo», y el 47 porque «quería más variedad».