Todas las personas buscamos la felicidad, pero muchas veces olvidamos que para ser realmente felices, necesitamos serlo no solo en la vida personal, sino también en el trabajo. Nos pasamos más de la mitad de la vida en el trabajo, explica Fernando J. Gil Sanguineti, presidente ejecutivo de Jamming, Escuela de Coaching y Desarrollo Organizacional.
El trabajo es fuente de realización personal, es el espacio en el que contribuimos con la sociedad y el lugar donde desplegamos nuestras capacidades y talentos, agrega.
Por estas razones, Gil considera que alcanzar la felicidad en el espacio de trabajo es vital para sentirse feliz en los demás aspectos de la vida.
Advierte que si bien es posible estar insatisfecho con un aspecto de la vida y satisfecho con otro en el corto plazo , en el mediano plazo, aquel en el que uno no es feliz arrastrará al aspecto en el que uno es feliz. Para ayudarnos a conseguir la felicidad en el trabajo, Gil recomienda realizar algunas mejoras, entre ellas comprender que no somos dueños de la verdad, no tomarnos las cosas tan en serio, ser prácticos y compartir de buena manera lo que sentimos y pensamos.
José Luis Aliaga, director gerente general de la Organización Supera, coincide con esta conexión entre felicidad laboral y personal.
Hay diferentes canchas en la vida: la salud, la familia, la carrera, las finanzas, el espíritu. Algunas son más importantes que otras, pero siempre lo que suceda en una cancha impactará en otra, indica.
Según Aliaga, al buscar la felicidad, muchas personas se concentran en el éxito y dejan desatendidas las demás canchas de sus vidas.
La gran mayoría cree que para ser felices hay que tener fama, poder y más dinero. Pero, generalmente, quienes consiguen estas metas son los más infelices.
Aliaga indica que no son los logros lo que definen la felicidad de las personas, sino la relación que cada uno tiene con su entorno. La felicidad no depende de factores externos.
Está vinculada al nivel de conciencia de cada individuo, cuenta. Además, asegura que se puede encontrar la felicidad a través de la conciencia siguiendo cuatro pasos simples pero significativos: Lo primero que hay que hacer es despertar. Esto consiste en darse cuenta de que los logros no consiguen la felicidad.
Luego, es necesario descubrir quién se es realmente (talentos y pasiones) y qué se quiere lograr (vocación). Una vez que se tiene esto, hay que colocar el talento al servicio de los demás, ya que nada hace más feliz que servir al resto.
Finalmente, Aliaga explica que ninguna fórmula para encontrar la felicidad funcionará si no nos concentramos en el presente. La mayoría de lpersonas vive el 10% en el presente, 30% en el pasado y 60% en el futuro. Todas las emociones que no están ligadas al presente minan el camino a la felicidad º, explica.