Las madres que trabajaron pasados los ochos meses de embarazo dan a luz bebés con menor peso que si se hubieran tomado la licencia entre los 6 y 8 de gestación, afirma el estudio realizado por la Universidad de Essex. La diferencia, puntualiza, es de unos 250 gramos.
El reporte explica que los efectos del trabajo en el último período del embarazo resultan igual de dañinos para el feto que si la mamá hubiera fumado, dado que ambos afectan el crecimiento al interior del útero.
El informe, del que se hace eco el diario inglés The Guardian, remarca las alertas de otras investigaciones científicas acerca de los riesgos que el desarrollo lento puede traer para la salud de los bebés recién nacidos, incluso durante su niñez y adolescencia.
El estudio fue realizado entre 1.339 niños cuyas madres formaron parte del British Household Panel Survey. El seguimiento se hizo entre los años 1991 y 2005. También se examinaron los datos de 17.483 mujeres que dieron a luz entre 2000 y 2001 en el Millenium Cohort Study, y los de 12.166 que alumbraron en el National Survey of Family Growth de los EEUU.