Ya no preocupa tanto tener una nariz, pómulos o labios perfectos. Ahora la moda en cirugía plástica son los implantes de mentón, conocidos, en términos médicos, como la mentoplastia.
Esta nueva tendencia llega desde Estados Unidos y estaría vinculada al incremento del uso del videochat y la búsqueda de mejores posibilidades en el mercado laboral, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.
Las cifras hablan por sí solas. En el 2011, los implantes de mentón aumentaron un 71% en relación al año anterior, con un crecimiento muy superior al de otros procedimientos comunes como el aumento de senos, la aplicación de bótox o la liposucción.
¿El motivo? ‘El mentón es el punto en el que la mayoría se fija. Rompe la transición entre la cara y el cuello, marca un punto de referencia, sobre todo en los mayores’, explica el cirujano plástico neoyorquino Darrick Antell. ‘Poco o nada se puede hacer para disimular un mentón feo’, agrega. ‘Podemos disimular los kilos de más con ropa holgada y ocultar una resaca con gafas, pero no hay nada para disimular la barbilla’, añade.
En este contexto, las operaciones de mentón se han convertido en una solución. ‘El implante redefine la zona de la barbilla y aumenta la nitidez de la línea de la mandíbula. Nuestro rostro resulta mucho más atractivo’, señala el cirujano Antell. Pero no es lo único que resalta un buen mentón. ‘La barbilla y la línea de la mandíbula son las dos áreas de la cara que muestran los primeros rasgos de envejecimiento. Por eso, un mentón bonito hace que uno parezca más joven’.
El bajo costo de este tipo de cirugía también ha ayudado a su popularización. Pero no ha sido el único factor. Mejorar el aspecto físico para conseguir un buen trabajo también ha influido en el auge de estas operaciones.
‘Se ha demostrado que a la hora de contratar gente, inconscientemente tomamos en cuenta a personas con rasgos fuertes. La mentoplastia tiene como principales demandantes a cuarentones y cincuentones. Las personas nacidas entre la década de los sesenta y setenta han comenzado a demandar este tipo de operaciones de una manera sorprendente, en un 77% más de lo habitual. Este grupo de personas hacen un esfuerzo por mantener su competitividad en el ámbito laboral’, indica Antell.
La pregunta ahora es: ¿importa el tamaño? Según Antell, quienes tienen un mentón bien marcado son percibidos como personas seguras de sí mismas, mientras que los que carecen de la línea de la barbilla suelen ser tomados como mansos o faltos de liderazgo. Es una percepción que funciona de manera inconsciente, señala el médico. A manera de ejercicio, imagina a un personaje como Arnold Schwarzenegger sin su pronunciado mentón. No funciona, ¿verdad?
¿Cómo saber si nuestro mentón es el ideal? Antell sugiere usar un libro o un lápiz para dibujar una línea desde la punta de la nariz hasta la punta de la barbilla: ‘Lo ideal es que los labios queden detrás de esa línea. Si el labio inferior logra tocar esa línea, quiere decir que su mentón es débil’, concluye el profesional. ¿Te atreves a hacer la prueba?