Según el experto, un engaño puede hacernos actuar de formas que jamás habríamos imaginado. Esto aplica tanto para hombres como para mujeres, afirma.
¿Pero qué nos mueve a querer enfrentar o conocer a él o la amante de nuestras parejas? Según Reynolds, es básicamente porque pensamos que nos hará sentir mejor y podremos expulsar, de alguna u otra manera, nuestro dolor. Lo cual el experto desmiente.
Aquí sus 8 razones para no enfrentarnos a él/la otr@:
1. ¿Cuánta información realmente quieres? Si usted piensa que podría ser capaz de obtener más información de la ‘trampa’, tiene razón, pero puede que no sea lo que quiera oír. Si usted ha tenido una relación de muchos años, entonces probablemente ya se dio cuenta de que usted y su pareja tienen diferentes realidades subjetivas. Pueden tener recuerdos muy distintos de cualquier evento. Por esa sola razón, ¿por qué agregar una perspectiva más? Es suficientemente duro de procesar la información del engaño desde la perspectiva de su pareja.
2. L@s amantes mentirán. Es iluso pensar que al enfrentarnos a esa persona nos diga toda la verdad. Es más extraño aún que comprenda tu reclamo y el hecho de decirles que lo que hizo estuvo mal. No dudes que siempre tratarán de quedar bien y sacar ventaja.
3. Esperar que el/la amante te dirá por qué te engañaron, es iluso. Hay una compulsión a descubrir el origen del engaño, por lo que parece lógico ir a consultarle a la persona con la que fuimos timados. No olvides que esta persona es sólo la concreción de las razones de tu pareja para engañarte. Lo que te pueda decir el/la amante será siempre totalmente distinto a lo que tu pareja tuvo en mente al cometer la infidelidad.
4. La venganza no funciona. Es siempre tentador devolver el daño. Hacer pasar a esa persona lo que te hizo pasar. Herir a otro nunca traerá la paz que buscas, y sólo alargar la cantidad de tiempo que va a tomar recuperarte.
5. No alimentes su posición. Al enfrentarte a esa persona, es muy probable que no estés en tus casillas. Es por eso que debes evitar actuar de tal manera que justifiques el hecho de que tu pareja haya recurrido a otra persona.
6. Tratar de hacer entrar en razón al amante es inútil. Una de las motivaciones más comunes para hacer frente a estas personas es hacerles ver que están destruyendo la vida de personas reales. No lo hagas. Las ‘trampas’ no darán su brazo a torcer y siempre creerán que existió, de facto, alguna razón que justifique la infidelidad de tu pareja.
7. Tiende a perpetuar el problema. Enfrentarte no ayudará al proceso de olvido. Esto creará lazos ineludibles entre tú y él/la amante. El objetivo es romper la relación, no perpetuar la lucha.
8. ¿Qué tiene él/ella que yo no? A veces, la curiosidad impulsa el deseo del contacto. Tente más respeto a ti mismo, cada persona es única e irrepetible y las razones que ella tenga para darte solo alimentarán tu rabia. ¡Quiérete!