¡Hola a todos! ¿Qué tal el inicio de semana? Esperamos que con mucha energía y vitalidad! En el post pasado te dejamos la invitación a asumir un rol activo en el cuidado de tu mente, tu cuerpo y tu espíritu. Es por eso que hoy queremos entregarte una herramienta que te ayudará al logro de uno de estos objetivos: el cuidado de tu mente.
Por supuesto que es importante mencionar que todo depende del compromiso contigo mismo, pues si hablamos de Bienestar, nos estamos refiriendo al estado en el cual nuestras condiciones físicas, mentales y espirituales (para nosotras muy importante) nos proporcionan un sentimiento de satisfacción y de tranquilidad. Pero es importante que tengas en cuenta que esto requiere de trabajo con nosotros mismos y también con los demás, pues no estamos solos, ya que la vida se basa en la interacción con un otro, ya sea con la pareja, amigos, familia, compañeros de trabajo, con el vecino y un montón de relaciones más.
¿Te has preguntado por qué ese día que andabas enojado todo te salía mal? ¿O por qué tuviste esa extraña sensación al entrar a la habitación donde hubo una discusión? ¿O por qué justo la persona en que estabas pensando te llamó? La respuesta es muy sencilla, es porque TODOS SOMOS UNO y porque TODO ES ENERGÍA. Y depende de nosotros mismos que la energía que irradiemos contribuya a establecer buenas relaciones con nosotros mismos y con lo demás. Si bien somos seres emocionales, nosotros debemos controlar nuestras emociones y no al revés, y para ello hoy te proponemos poner en práctica un ejercicio muy sencillo que equilibrará tu mente en aquellos días en que sientas que has perdido tu centro, en que te sientas irritado o incluso desanimado, y así promover que la energía que irradies esté llena de vitalidad, positivismo y amor. Sigue las siguientes indicaciones paso a paso…
Acostado boca arriba con un cojín bajo las rodillas o bien, sentado con los pies apoyados en el suelo y la espalda derecha; cubre tus ojos con tus manos ahuecadas, de manera que tus dedos índice, medio y anular toquen suavemente las protuberancias que hay entre las cejas y la línea del pelo, dejando la nariz libre (los dedos apuntan hacia arriba). En esta posición, respira de forma tranquila y pausada. Con este ejercicio estimulamos unos puntos de liberación de estrés emocional relacionados con el meridiano de estómago, lo que te ayudará a ‘digerir’ esas emociones que no te están permitiendo ver la vida con claridad y así reestablecer el equilibrio mental que necesitas. Mantente unos 3 a 5 minutos en esta posición. Practícalo cuantas veces sea necesario y notarás que día a día te será más fácil encontrar tu centro, sentirte más calmado y con una mejor actitud.
Te enviamos un abrazo lleno de amor y te esperamos la próxima semana!
Lissette Castro y Maite Jiménez (@maitejimenezr)
FLUYE Coaching & Wellness (@fluyechile)
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