‘Demoliendo Viaductos’, por Jorge Sánchez Herrera

“El problema del tráfico no se soluciona ensanchando las vías, dándole más espacio a los autos. Hoy, cualquier ciudad del mundo sabe que eso produce una demanda inducida”.

Jorge Sánchez Herrera – Nómena ArquitecturaArquitecto/Urbanista jorge@nomena-arquitectos.com

Desde esta columna he sostenido muchas veces que el problema del tráfico no se soluciona ensanchando las vías, dándole más espacio a los autos. Hoy, cualquier ciudad del mundo sabe que eso produce una demanda inducida: dale más espacio a los autos y, en poco tiempo, tendrás mayor flujo y el mismo tráfico. Claro, hace 50 o 60 años, las ciudades pensaban en las autopistas urbanas y los viaductos como una solución que iba de la mano con el abandono de los centros y el crecimiento de los suburbios. Pero desde fines del siglo pasado, una fuerte corriente de regeneración urbana ha terminado por convencerlas de que es mucho mejor y más sostenible tener ciudades compactas, recuperar el espacio para la gente, e invertir en sistemas de transporte sostenibles.

Desde entonces, muchos de los viaductos construidos solo medio siglo atrás vienen siendo demolidos. Ejemplos sobran. San Francisco, Portland, Boston, Madrid… han demolido armatostes reemplazándolos por enormes parques urbanos. Uno de mis favoritos está en Corea del Sur. El proyecto para la recuperación del río Cheonggyecheon contempló la demolición de un viaducto construido a fines de los años sesenta sobre el pequeño río de Seúl. Casi cuarenta años después, en el 2005, la capital surcoreana inauguraba un parque lineal que hoy es una joya del urbanismo moderno.

Pero nuestros vecinos también lo hacen, no crean que son ideas del ‘primer mundo’. Como parte de los proyectos para el Mundial de Brasil y las Olimpiadas de Río 2016, se planteó recuperar la relación del puerto con la ciudad a través del proyecto Puerto Maravilha. Les aconsejo buscar el video de la demolición controlada de más de 300 metros del viaducto Elevado da Perimetral, que se elevaba sobre la Avenida Rodrigues Alves. También revisen las fotos del nuevo espacio urbano que hoy lo reemplaza, así como los edificios culturales que, poco a poco, han ido consolidando el proyecto.

La semana pasada, en imágenes que parecían estar en blanco y negro, el presidente Vizcarra y el alcalde Muñoz inauguraban el Viaducto de Armendáriz, como parte de los ‘proyectos viales’ para los Panamericanos. ¡Qué paradoja! Mientras para los cariocas las Olimpiadas representaban una oportunidad para repensar algunos sectores olvidados de su ciudad, los limeños seguimos pensando en la Costa Verde (ese gigantesco espacio urbano junto al mar) como una autopista urbana, de esas que el mundo construía más de medio siglo atrás.

NOTAS RELACIONADAS

‘Autos en los retiros’, por Jorge Sánchez Herrera

‘Dormitorios mentirosos’, por Jorge Sánchez Herrera

‘De Rejas y Cobros por Congestión’, por Jorge Sánchez Herrera

‘Plata Enterrada’, por Jorge Sánchez Herrera

Lo Último