En cualquier red social (e incluso en la vida diaria) la seguridad es un tema fundamental. Más aun si hablamos del uso que le dan los menores de edad a plataformas como Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat o más.
En este caso, Snapchat es una de las redes sociales que tiene más acogida entre un público joven menor a 35 años, según la plataforma.
“Un 86% de los usuarios de **Snapchat **tiene menos de 35 años”, cita BBC. Ryan Maguire, especialista en redes sociales de la Universidad de Princeton, indica que los jóvenes, incluidos menores de edad y adultos menores de 35 años, han pasado de conversar con amigos cercanos a crear contenidos dirigidos a todo aquel que lo vea.
Es importante que padres y tutores tomen medidas preventivas frente al uso de Snapchat por parte de sus hijos y saber que para crearse una cuenta apenas es necesario un número telefónico y un alias.
**Snapchat **es una red social creada en 2011 por el estadounidense Evan Spiegel que se hizo popular por la publicación de fotos y videos de corta duración.
Algunas de las ventajas más resaltantes de esta red social para los usuarios menores de edad es que es gratuita, su navegabilidad no es sencilla para adultos no acostumbrados, es posible esconder las identidades reales y las imágenes tienen una vida útil de segundos antes de eliminarse.
Esto podría complicar la tarea de cualquier padre de familia cuya intención sea cuidar la integridad de su hijo. Ante ello, es importante seguir estos consejos que Snapchat explica en su plataforma de consultas:
– Es importante conocer cómo funciona el aplicativo, cómo la usan los menores de edad y cuánto tiempo pasan en ella.
– Verificar los ajustes de privacidad brindará un filtro de quiénes pueden y no pueden revisar el contenido de la cuenta.
– Conocer cuáles son los pasos a seguir si es que el usuario sufre de algún tipo de acoso o intimidación. En este caso, **Snapchat **cuenta con espacios para denunciar estos hechos en su página web y en el mismo aplicativo;
– Conversar con el menor de edad que usa el aplicativo sobre la importancia de la privacidad, instando a nunca compartir su contraseña, ni mucho menos algún tipo de contenido explícito que ponga en juego su integridad o la de otra persona.
– Dar a conocer al menor sobre las consecuencias de usar esta red social para fines delictivos.
Expertos que han trabajado sobre el uso de redes sociales en menores de edad, entre ellos un informe de la Oficina del Comisionado de la Infancia de Reino Unido a cargo de Anne Longfield, recomienda que «es necesario que los padres se informen sobre los cambios que experimentan sus hijos con la edad frente a las redes sociales».
Por último, “es mejor enseñarles cómo desvincularse de ellas”, concluye el informe.