Ekaterina Lisina de Penza es una ex jugadora de baloncesto de la selección rusa. Según el libro ruso de los records, ella es la mujer más alta en el país (mide 205.7 cm) con el pie femenino más grande (con tamaño de zapato 47). Pero eso no parece ser suficiente para la mujer de 29 años.
‘¡Quiero establecer dos récords mundiales!’, dijo Ekaterina a Metro. ‘Uno por tener las piernas más largas (miden 133 cm) y otro como la modelo más alta del mundo. ¡Ya he enviado una solicitud a Guinness con todas las pruebas necesarias!’.
Muchos medios de comunicación de todo el mundo han escrito sobre las ambiciones de Ekaterina. Su cuenta en Instagram está ganando popularidad y ya tiene casi ocho mil seguidores. Pero la ex jugadora de baloncesto está acostumbrada a la atención.
‘Siempre era más alta que los otros: en la escuela, en el equipo de baloncesto’, recordó. ‘¡No hubo ningún milagro de que yo creciera cuarenta centímetros, por ejemplo, durante un verano!’
Sin embargo, hubo un período en la vida de Lisina cuando se sintió incómoda por su altura.
Un complejo superado
‘Viví un mal tiempo durante adolescencia, cuando tenía 12-13 años’, dijo la deportista. ‘¡Pensé que los chicos no quieren comunicarse conmigo porque era tan alta! Pero el baloncesto lo cambió todo. A la edad de quince firmé un contrato profesional. Y comencé a comunicarme mucho con muchachas y chicos altos. Finalmente, me di cuenta de que es una virtud, no un defecto. Se hizo evidente que los muchachos me quieren y tengo muchos fans. ¡Fue liberador!’
En general, el baloncesto tuvo un impacto significativo en la vida de Ekaterina. Ella, como la mayoría de los atletas, tenía altibajos. Y, por supuesto, se enfrentó a problemas de salud:
‘Saben, yo no podía, por ejemplo, ir a la canasta y meter la bola dentro. Para hacer esto, tienes que saltar. Pero rara vez lo hacía, incluso en el entrenamiento. Desde que tenía 16 años, tuve problemas con mis rodillas y traté de no sobrecargar el cuerpo, por eso no realizaba ciertos ejercicios. El instinto de autopreservación funcionó, no saltaba como una cabra. Sin embargo, logré ganar el bronce olímpico. Afortunadamente, resolví todos los problemas’.
Lisina tuvo que trabajar también con los problemas psicológicos. Ahora ya está acostumbrada a las reacciones de la gente cuando la ven. La ex jugadora de baloncesto incluso se enteró de cómo la tratan en diferentes países.
‘Los americanos, por ejemplo, aman a personas altas. Tengo un montón de fans de allí’, explicó Ekaterina. ‘En cuanto a Rusia, todo depende de la mentalidad: si la gente no es lo suficientemente inteligente o demasiado joven, puede decir: ‘¡Ah, mira, ella es tan alta!’ Pero una persona inteligente y educada simplemente no reaccionará de ninguna manera’.
Uno de los problemas más difíciles para la mujer de 29 años de edad es seleccionar los zapatos.
‘Sólo hay una tienda en Moscú donde tienen zapatos de mi tamaño, pero no siempre hay muchas opciones’, se quejó. ‘Recientemente estaba buscando, por ejemplo, unas botas de invierno y apenas encontré un par! Por lo tanto, normalmente compro calzado en Milán. La última vez que fui, fue con el único propósito de hacer una compra para una sesión de fotos’. Metro también preguntó con qué frecuencia Ekaterina usa zapatos con tacones altos:
‘Honestamente, me gustaría caminar sobre la pasarela en tacones’, respondió.
‘Espero que suceda en el futuro, en algún lugar de París (Risas). A veces me pongo zapatos de tacón alto para sesiones de fotos, estoy en una posición estática durante ellos, así que estoy bien. Todo depende de lo cómodo que son los zapatos. Con diez centímetros camino fácilmente, con quince es más complicado, sobre todo si el tacón es delgado’.
Lisina prefiere vivir aquí y ahora. Sin embargo, tiene planes ambiciosos para el futuro:
‘Me gustaría tomar parte en sesiones de fotos para las revistas en Rusia. Tal vez nuestros diseñadores o extranjeros se interesen en algo’, compartió. ‘Nunca he subido a las pasarelas, pero realmente quiero hacerlo. Entiendo, sin embargo, que podría estar en el negocio de modelaje sólo hasta los 35 años. Por lo tanto, me puse un objetivo a mí misma de ser famosa. Me gusta cantar, bailar, tengo muchos talentos, no sólo una apariencia memorable. Si hay una oportunidad, me gustaría hacer una película. Por cierto, me ofrecieron un papel para el próximo año. No revelaré los detalles hasta que empiece el rodaje. Si ocurre, habrá una oportunidad de aparecer en Guinness World Record como la actriz más
Según la medallista olímpica, ella no tiene ninguna meta de ganar tanto dinero como sea posible. Ella quiere ayudar a chicos y chicas altos como ella a deshacerse de los complejos. Además, motivar a la gente a prestar atención a sus talentos y no tener miedo de ellos.
‘Algunas chicas de los Estados Unidos me escriben que les encantaría ver más gente como yo, que dicen que ser alta es hermoso, que es un don. Porque muchos piensan que esto es un inconveniente, especialmente en Rusia. Un psíquico me dijo una vez que los humanos solían ser más altos. ¡Por eso la gente como yo está más cerca de los antepasados! Esto también motiva’. Ahora Ekaterina tiene un hijo de 6 años de edad y tiene mucha atención de los hombres:
‘Muchos hombres diferentes muestran interés en mí. Y sobre todo no son altos,’ sonrió.
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