Los niños del mundo merecen el mismo trato y cuidado sin importar sus condiciones socioeconómicas. Sin embargo, esto parece una utopía. Unicef realizó un experimento social utilizando a una misma niña para probar cómo el aspecto es suficiente para recibir un buen trato entre la población europea.
“Hacemos un experimento para enfrentarnos a nuestros propios prejuicios y para recordar que todos los niños y las niñas merecen una oportunidad”, publicó el canal de Unicef en YouTube.
El experimento consiste en una niña siendo vestida como pobre y como adinerada para observar las reacciones de la gente. Primero hacen la prueba en plena calle y otra en un restaurante. Mir