Rechazan, tajantemente, oferta de Elon Musk de adquirir a la empresa OpenAI por cerca de 100.000 millones de dólares

La oferta de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, para adquirir a la empresa OpenAI por más de 97.000 millones de dólares fue descartada.

La inteligencia artificial sigue dando mucho de qué hablar. Primero fue Deep Seek, la nueva herramienta gratuita de inteligencia artificial de la que el mundo se está enamorando –china, por cierto–. Después fue la cumbre global sobre inteligencia artificial que concluyó este martes en París, Francia, donde se abordaron temas como la regulación y un futuro sostenible y ético apoyado por la IA.

Y esta semana también se dio a conocer que el abogado de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, presentó una oferta a la junta directiva de OpenAI para adquirir la empresa por 97.400 millones de dólares, según reportó inicialmente el periódico The Wall Street Journal.

Sin embargo, Sam Altman, CEO de OpenAI, no tardó en restar importancia a la oferta y respondió en X (antes Twitter) con una burla: “No, gracias, pero te compramos Twitter por 9.740 millones de dólares si quieres”.

En declaraciones posteriores a diferentes medios de comunicación, desde París, Altman recalcó que OpenAI no está a la venta, y que “un competidor que no es capaz de vencernos en el mercado, en lugar de eso, simplemente está tratando de comprar algo sin tener en cuenta la misión la empresa (OpenAI)”.

Altman agregó que “otras versiones de Elon Musk” han intentado tomar el control de la startup de inteligencia artificial, que el mismo Musk ayudó a fundar hace una década, “durante mucho tiempo”.

Mientras esta trama sigue dando de qué hablar, OpenAI está en las etapas finales de diseño de su propio chip de IA, con el objetivo de reducir su dependencia de Nvidia. Según Reuters, la compañía planea enviar los diseños a Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC) para su fabricación en los próximos meses.

Para profundizar sobre el tema, platicamos con Saúl López Noriega, profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey, experto en derecho y tecnología, internet, inteligencia artificial.

¿Qué tanto debe regularse la inteligencia artificial?

–Hasta hace unos meses había cierto consenso, inclusive dentro de la industria, en que había que regular la inteligencia artificial. La discusión giraba en torno a qué regular y cómo, algo no menor. Incluso el presidente Joe Biden se había pronunciado al respecto y emitió una órden ejecutiva con ciertas regulaciones para los modelos de inteligencia artificial.

Sin embargo, todo eso cambió con el triunfo de Donald Trump, cuya campaña y cuyas primeras semanas de gobierno se han visto marcadas por su cercanía con magnates de la tecnología, y muy notablemente con Elon Musk. Ahora lo que se vislumbra es una industria tal vez no desea ser regulada, y que lo expresarán abiertamente.

Yo creo que es una industria que causa cierta preocupación, sobre todo por la velocidad en la que se está integrando a todos los aspectos de nuestras vidas, y todo lo que implican estos avances tecnológicos, no solamente desde una perspectiva legal y tecnológica, sino también en materia de recursos, consumo de energía, privacidad y muchos otros aspectos. Una gran preocupación debe ser el enorme poder que adquieren estas empresas, algunas de las cuales ya son más ricas y poderosas que muchos estados.

Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos cuando hablamos de regular. Tampoco hay que regular por regular, ya que son temas muy complejos. Más bien, creo que la discusión completa debe centrarse en una regulación efectiva porque se trata de una tecnología que se relaciona con conductas humanas, por lo que es un reto muy complejo. Tal vez una combinación de normas jurídicas con estándares técnicos sería lo más adecuado.

2. ¿Por qué consideras que Elon Musk lanzó esta oferta para adquirir OpenAI justo en estos momentos?

–Aquí parece que retomó un pleito personal de antaño. Sabemos que Elon Musk fue parte de esta empresa, y que incluso fue uno de sus fundadores. Si bien el motivo verdadero no es público, no es algo que Musk haya aclarado hasta el momento, podría tratarse de un intento por hacerse de una empresa que está teniendo mucho éxito en estos momentos.

Aunque es un empresario con una personalidad compleja, una de las cualidades de Elon Musk es saber hacer negocios y aquí definitivamente vio o ve una empresa exitosa y con mucho potencial a futuro. Mi lectura es que, retomando el resentimiento hacia Sam Altman, el otro fundador de OpenAI, pensó que lograría arrebatarle la empresa a su rival, saldando una vendetta personal añeja. No creo que esperaba un no tan pronto ni tan rotundo.

3. ¿A qué se debe que la oferta fue rechazada?

–Yo creo que lo primero que pasó por la mente de Sam Altman fue que lo último que haría sería vender OpenAI a Elon Musk. La empresa está viviendo un muy buen momento y cuenta con el interés de inversionistas para seguir creciendo y fondeando nuevos proyectos, como sus propios chips, lo cual reducirá su dependencia en Nvidia.

Además, la oferta llegó en un momento en el que OpenAI no está pasando por momentos difíciles, por lo que pudieron rechazar, sin pensarlo dos veces, una oferta no solicitada y más bien provocadora para tratar de adquirir una empresa que no está a la venta.

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