Miembros de una familia descubrió una tumba romana cuando remodelaba su casa en Carmona, España y quedaron sorprendidos cuando al reportarlo a investigadores, éstos les notificaron que el objeto era un gran hallazgo arqueológico. La urna tenía 2.000 de antigüedad, y lo más sorprendente, es que adentro tenía vino más antiguo en condición líquida, hasta ahora descubierto.
New York Post publicó que el hallazgo lo hizo el Journal of Archaeological Science, precisando que el descubrimiento de la familia fue en el 2019.
José Rafael Ruiz Arrebola, químico orgánico de la Universidad de Córdoba, dijo que es la “primera vez que se descubrió algo así”.
El hallazgo arqueológico contenía una urna funeraria con restos óseos cremados, un anillo de oro decorado con la deidad romana de dos cabezas Jano y casi cinco litros de líquido marrón rojizo, del que luego se determinó que era vino.
El vino más antiguo del mundo y detalles de su estudio
Según The Post, el químico Arrebola expresó que es primera vez que encuentran líquido en una tumba romana antigua, ya que siempre les han visto otros objetos como restos óseos y ofrendas alusivas a su cultura.
“No esperábamos que contuviera líquido, y mucho menos la cantidad encontrada”, expuso.
Cuando analizaron el líquido, los estudios arrojaron que efectivamente era vino, pero tenía una macabra sustancia: restos óseos cremados.
“Buscamos biomarcadores, que son compuestos químicos que te dicen de manera inequívoca qué es una sustancia en particular”, explicó el experto.
En el vino más antiguo del mundo, identificaron compuestos como frutas, verduras, bebidas, alimentos, resultando una combinación muy parecida a la que se hace en esa zona de Andalucía.
Dicen que el vino es más exquisito, mientras sea más antiguo, lo que hace tentativa la idea de probar el vino más antiguo del mundo, pero la sola idea de que en el líquido también están concentrados los restos óseos de un romano, acaba con esta provocación.
El hallazgo de este vino de 2.000 años, desplaza al más antiguo que se conocía hasta ahora, que era uno de 1.700 años de antigüedad, hallado en otra tumba romana cerca de Speyer, Alemania, en 1867.