El polvo del Sahara tiñó de naranja a la ciudad de Atenas y otras regiones de Grecia, dejando imágenes impactantes que algunos califican como una escena apocalíptica.
Cada año, la arena del desierto del Sahara en África (el más grande del mundo) se desprende y viaja más de 11 mil kilómetros pasando por el Océano Atlántico hasta llegar a otros continentes, principalmente Europa y América.
Los meses cuando más se hace sentir son junio, julio y agosto, pero no implica que también se produzca desde abril, como ocurre este año. En esta ocasión, el fenómeno del Polvo del Sahara dejó imágenes sin precedentes en Grecia, principalmente en Atenas, donde una neblina naranja y amarillenta cubrió el ambiente desde este martes.
Hay zonas que quedaron invisibilidad debido a la neblina naranja, por lo que las autoridades recomendaron no conducir para evitar accidentes. La BBC notificó que este miércoles una de los sitios que quedó sin ser visible por el Polvo del Sahara fue la Acrópolis de Atenas, y que aunque ya se han visto partículas de este polvo a finales de marzo y principios de abril, es primera vez, que llega al extremo de prácticamente teñir el clima color anaranjado. En el 2018 ocurrió algo similar, pero esta vez, fue mayor.
En las redes sociales, las fotos y videos son sorprendentes. Las personas salieron con sus mascarillas para protegerse del polvo, otros se notan preocupados, y otros más aprovechan el momento único para tomarse fotos y guardarlo como historial.
El Observatorio Nacional de Atenas informó que el Polvo del Sahara transfiere consigo masas de aire caliente, por lo que tendrán temperaturas muy altas, reseñó 20Minutos. El organismo recomendó no pasar mucho tiempo al aire libre para no sufrir problemas respiratorios, un consejo que se refuerza a personas con asma o con cualquier enfermedad respiratoria.
¿Qué es el Polvo del Sahara que está en Atenas?
El Polvo del Sahara es característico en ciertas épocas del año. No es más que el viaje de las partículas de arena de este desierto por gran parte del planeta, aunque es más notorio en Europa y África.
El viento desplaza la arena tornando el aire naranja, amarillo o ligeramente marrón. Depende de la zona, los tonos por la intensidad del polvo pueden variar en cuanto a su intensidad.
National Geographic explicó que “se estima que cada año, el viento transporta alrededor de 100 millones de toneladas de este elemento al otro lado del Atlántico”. El citado medio además, indicó que debido a que la calidad del aire se ve afectada, puede generar complicaciones en personas con problemas respiratorios, también puede irritar los ojos y la piel. Sin embargo, no tiene repercusiones graves.